Justin Baldoni contraataca y demanda a Blake Lively y Ryan Reynolds por $400 millones de dólares

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La disputa entre Justin Baldoni y Blake Lively, que inicialmente parecía un conflicto detrás de cámaras, ha escalado hasta convertirse en un enfrentamiento legal de proporciones épicas. Baldoni, conocido actor y director, presentó una demanda por $400 millones de dólares contra Lively, su esposo Ryan Reynolds y su publicista, alegando extorsión, difamación e invasión de privacidad. Este giro responde a una demanda previa de Lively que acusaba a Baldoni de acoso sexual y represalias.

La raíz del conflicto, señala BBC, se encuentra en la producción de It Ends With Us, una película basada en la novela de Colleen Hoover sobre violencia doméstica. Aunque la película fue un éxito de taquilla, recaudando más de $350 millones, los problemas entre Baldoni y Lively comenzaron a hacerse evidentes durante la gira de prensa. Baldoni no asistió al estreno en Londres, y los actores evitaron posar juntos en otros eventos.

Lively presentó una queja en diciembre, acusando a Baldoni y a su socio Jamey Heath de crear un ambiente laboral hostil. También afirmó que Baldoni lanzó una campaña de desprestigio en su contra a través de medios digitales. En respuesta, Baldoni y su equipo legal han negado categóricamente estas acusaciones, argumentando que la actriz manipuló los hechos para perjudicarlo.

La demanda de Baldoni alega que Lively y Reynolds, junto con su equipo, orquestaron una estrategia para difamarlo. Según el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, se han presentado mensajes de texto y correos electrónicos como prueba de que los intentos de Lively de tomar control creativo de la película desencadenaron el conflicto. Freedman describió estas acciones como un intento de «destruir reputaciones y vidas profesionales por razones egoístas y peligrosas».

Uno de los aspectos más polémicos del caso es la supuesta intervención de Reynolds y una «celebridad de alto perfil», presuntamente Taylor Swift, en la reescritura de escenas clave de la película. Baldoni también acusa a Reynolds de confrontarlo agresivamente después de un malentendido sobre comentarios relacionados con el peso de Lively tras su embarazo.

El equipo legal de Lively ha calificado la demanda de Baldoni como una «estrategia desesperada» que sigue el patrón de «negar, atacar y revertir roles entre víctima y agresor». En sus declaraciones, Lively argumenta que las acciones de Baldoni son una respuesta a las acusaciones de acoso sexual, buscando desviar la atención hacia ella y su equipo.

La actriz también acusó a Baldoni de manipular las narrativas mediáticas, asegurando que las pruebas presentadas en su contra son «falsas y sacadas de contexto». Reynolds, por su parte, ha sido señalado por su película Deadpool & Wolverine, donde algunos han interpretado que el personaje «Nicepool» podría ser una burla directa a Baldoni.

Un juicio que promete atención mediática

Este enfrentamiento recuerda la intensidad del juicio entre Johnny Depp y Amber Heard, con el potencial de convertirse en un espectáculo mediático. Baldoni asegura que su caso no se trata de «famosos peleando en la prensa», sino de un intento de Lively y Reynolds de usar su poder para apropiarse de su proyecto cinematográfico.

La demanda, que incluye más de 179 páginas de evidencia, plantea cuestiones importantes sobre el uso de la influencia en Hollywood y las dinámicas de poder en producciones cinematográficas. Mientras ambas partes se preparan para enfrentarse en los tribunales, este caso promete mantener al público atento a cada desarrollo.

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