Una joven japonesa le dio el asiento a un anciano en el metro en el que ambos viajaban, sin saber que ese gesto cambiaría su vida para siempre.
Según lo narró ella luego a las cadenas de televisión que recogieron la historia “de lo que sucedió después del gesto”, ella simplemente dijo que no podía soportar ver al hombre de pie todo ese tiempo.
La historia tras el gesto se hizo viral en Japón. No solo en las redes sociales, sino también en la televisión. La joven contó que el rostro del anciano al que ella cedió el asiento se le hizo familiar, pero ella no tenía idea de quién era el hombre.
El anciano resultó ser un director de cine muy famoso, que luego de recibir el asiento por parte de la chica, decidió premiar su bondad con otro gesto, que ella simplemente no esperaba.
El recorrido
Tras 15 minutos sentada en su asiento, en un día normal de viaje hacia la escuela, Hina, una joven japonesa de tan solo 19 años, notó que un anciano con un bastón, entró al vehículo. El anciano buscó donde sentarse pero no encontró asiento. Los demás pasajeros que estaban sentados fingieron no verlo.
La joven Hina se puso de pie, y le hizo un gesto al anciano. «Puede sentarse aquí señor», dijo con una agradable sonrisa en su rostro.
Al final del viaje, ayudó al anciano a bajarse, cuando luego se dio cuenta que había dejado atrás ella su mochila. Al ir a recuperarla, la joven encontró un sobre que ella pensó había dejado el anciano olvidado detrás. Salió a buscarlo. No lo encontró. Puso la carta en el bolsillo delantero y se dijo que cuando tuviera tiempo, iría en busca del señor para poder devolverle esa carta que había olvidado.
Minutos después su rostro estaba en la televisión. Ella, sin saberlo, era pieza fundamental en una historia sorprendente.
«¡Hina-Chan! ¡Estás en televisión!» le dijeron ya en la escuela varias de sus amigas emocionadas.
Un video que circulaba por las redes sociales mostraba al anciano al que ella le había cedido su asiento, siendo entrevistado por las cámaras de televisión.
Pero, ¿por qué estaban entrevistando a este hombre?
«¿Por qué nunca nos dijiste que conocías a un director de cine famoso?», le preguntó una de sus amigas.
«No… no tengo ni idea, pensé que era un anciano común y corriente…,» fue su respuesta.
Ya en la casa, intrigada, quiso saber más sobre “el anciano”. Tomó el sobre, lo abrió. Un papel escrito de puño y letra por el anciano decía: “Eres un modelo a seguir para la juventud» y junto a este papel, ¡un cheque de 6,500,000 yenes (casi 50,000 euros)!
Apenada, la joven utilizó el dinero para comenzar un proyecto destinado a la colocación de asientos especiales para los adultos mayores en todos los metros de la ciudad. Un enorme gesto que ayudará a muchas personas adultas, ancianos.
Un gesto, otro, para devolverle al anciano su bondad.
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