El economista político Javier Milei ha ganado las elecciones presidenciales en Argentina con un arrasador 56% de los votos escrutados al final de la jornada el domingo y la promesa de “poner de pie al país y salir adelante”.
Milei, de 53 años, se ha autodenominado en varias ocasiones como “anarcocapitalista en la teoría”, “liberal-libertario” y “minarquista en la vida real”. En su primer discurso tras la victoria, aseguró que se ha convertido en el “primer presidente liberal-libertario en la historia de la humanidad”.
En estos momentos, miles de personas están festejando en el Obelisco la inmensa victoria de Javier Milei. Volvíamos a ser campeones del mundo. Se respira alegría en toda la Argentina. pic.twitter.com/kBVuktG656
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) November 20, 2023
También reiteró que estas fueron “las elecciones más importantes de los últimos 100 años” en Argentina, un país que lleva años luchando contra una incontrolable bestia inflacionaria y la devaluación constante de su moneda nacional.
“¡Le acabamos de dar la vuelta a la historia! […] Ya les dije: los votos están, solo había que cuidarlos […] Esto no es una tarea para tibios, para cobardes y mucho menos para corruptos, es para los que queremos poner de pie a la Argentina, como se hizo en el siglo XIX, cuando nos convertimos en la primera potencia a nivel mundial”, afirmó el presidente electo.
Milei, que supo montar la ola del amplio rechazo de los votantes hacia la corriente política dominante, ganó por un margen más amplio de lo esperado, frente a poco más del 44% de su rival, el ministro de Economía peronista Sergio Massa.
“El modelo de decadencia ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás”, dijo, al tiempo que reconoció los desafíos que enfrenta. “Tenemos problemas monumentales por delante: inflación, falta de trabajo y pobreza. La situación es crítica y no hay lugar para medias tintas tibias”.
Milei, a menudo tachado como populista de ultraderecha, promete una suerte terapia de shock económico. Sus planes incluyen cerrar el banco central, deshacerse del peso y recortar el gasto. Ahora el también docente tendrá que lidiar con las arcas vacías del gobierno y un programa de deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, así como una inflación cercana al 150%.
