Un trío de hispanos residentes en el condado de Miami-Dade ha sido condenado por su participación en un esquema de fraude multimillonario contra el programa federal Medicaid, tras años de facturación falsa por supuestos servicios de salud mental nunca prestados.
El principal acusado, Rigoberto Cordero, de 61 años, fue sentenciado este jueves a 14 años de prisión tras haber sido hallado culpable de 30 cargos, incluidos conspiración, fraude en el cuidado de salud, pago de sobornos y lavado de dinero. Inicialmente se había declarado culpable en 2023, junto con su esposa, Mileidy Romero Tellechea (44 años), y una asociada, Iset Yanes Doval (39 años), pero Cordero decidió retirar su declaración y fue a juicio, donde terminó perdiendo.
Según la Fiscalía, el esquema operaba a través de dos clínicas situadas en el oeste de Miami-Dade: 1st Class Mental Health Services Corp. y Eternity Mental Health Corp.. Estas empresas presentaron facturas fraudulentas por terapias mentales entre 2018 y 2022, obteniendo pagos de Medicaid por más de 16 millones de dólares.
Para ejecutar el fraude, el trío ofrecía sobornos de cientos de dólares a beneficiarios de Medicaid que no necesitaban tratamiento o simplemente no asistían a las sesiones. También pagaban a reclutadores para referir pacientes a las clínicas, lo que convirtió toda la operación en una violación directa de las normas del programa Medicaid, según explicó el fiscal federal Christopher Clark.
Romero Tellechea fue sentenciada previamente a cuatro años de prisión, tras cooperar con las autoridades. Yanes Doval, quien fungía como gerente de oficina, recibió una sentencia de un año y cuatro meses. De todos, Yanes Doval es la única que se ha mantenido de manera activa usando sus redes sociales.
La defensa de Cordero alegó que su decisión de ir a juicio se basó en la “sincera creencia de su inocencia”. No obstante, el juez federal James Cohn impuso una sentencia severa, enfatizando el daño causado al sistema público de salud, tal y como recoge el Miami Herald.
Este caso vuelve a poner en la mira los frecuentes fraudes cometidos por clínicas fantasma en el sur de Florida, una región donde, lamentablemente, los esquemas de facturación falsa y los sobornos a pacientes se han convertido en una constante.
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