Autoridades cubanas han lanzado lo que parece ser una amenaza de posibles medidas regulatorias contra quienes no estudian, trabajan ni “aportan” al país, “estando en condiciones de hacerlo”.
En el marco de la última rendición de cuentas ante el Parlamento, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) iniciará “un estudio” sobre las personas desvinculadas a la fuerza laboral, precisó en un tuit la titular Marta Elena Feitó Cabrera.
Feitó Cabrera anunció esta nueva estrategia del gobierno junto a la fotografía de los delegados y el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, ante una diapositiva donde se lee: “Medidas dirigidas al enfrentamiento del delito, la corrupción, las ilegalidades e indisciplinas sociales”.
El ministerio “analizará las causas y propondrá las medidas pertinentes, que nunca serán asistencialistas”, agregó en un escueto mensaje la funcionaria.
Las próximas medidas están en consonancia con las amenazas de Marrero Cruz y del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel en las recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que abordaron esta nueva cruzada contra las ilegalidades.
Sin trabajar se puede “vivir mejor que los demás”
“¿Por qué, si buscamos la mayor justicia social posible, hay personas que se han quedado atrasadas en relación con esto, que no trabajan, que no aportan, y que, sin aportar ni trabajar, pueden vivir mejor que los demás?”, dijo Díaz-Canel en el pleno del miércoles pasado.
El sucesor de Raúl Castro llamó a las autoridades a “enfrentar definitivamente” esta dinámica e insistió en dejar de lado la política asistencial que, según él, ha priorizado hasta ahora el Gobierno.
“Todo el que pueda aportar en nuestra sociedad, que aporte, que se distinga por su aporte, por su trabajo, y que, en función de eso, reciba los ingresos con los cuales pueda tener una vida decorosa y apoyar a su familia”, señaló.
Para el mandatario, lo que no quepa en ese concepto sería “una desviación de lo que queremos, una desviación de nuestros principios, una desviación de la sociedad que queremos construir”.
También pidió a los ciudadanos unirse a “la lucha contra estos flagelos” e implementar un “control popular” que honre “las enseñanzas de Fidel y Raúl”. “Estoy convencido de que, en ese debate popular, nuestra gente va a enriquecer estas acciones”.
Algunos observadores comparan esta nueva cruzada con la llamada Ley del Vago o Ley contra la Vagancia, una disposición vigente en Cuba durante la década de 1970 que obligó a miles de personas a realizar labores manuales fuertes.
Diario de Cuba recordó que la disposición fue abolida nueve años más tarde, pero el estatus de desempleado pasó a definirse como “estado peligroso” en el Código Penal, lo que históricamente ha respaldado el acoso injustificado a activistas y opositores.
