El presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio Ferro, afirmó que la pena de muerte en Cuba se puede aplicar para “ defender a la revolución” y “nuestro estado”.
«La tenemos que tener ahí como un elemento de defensa de nuestra sociedad, como defensa de nuestro estado, de nuestra Revolución, frente a las gravísimas amenazas en las que permanentemente vivimos. Y también para la tranquilidad ciudadana», dijo Ferro en la sesión de este jueves de La Asamblea Nacional del Poder Popular, donde fue aprobada la Nueva Ley del Código Militar.
Ferro añadió que “hace 20 años que en Cuba no se aplica una sanción de muerte. Eso no quiere decir que no exista. Está en varias figuras delictivas, las más graves; también está en los hechos asociados al delito de terrorismo, tiene prevista la pena de muerte por varias razones».
En el nuevo Código Penal cubano, que se aplica desde el pasado 1 de diciembre se estipulan 24 delitos que pueden conllevar a la aplicación de la pena de muerte. En la anterior versión de esta legislación existían 20 hechos imputables con la pena máxima, entre ellos el de asesinato. Los cuatro delitos que se suman son delitos contra la Seguridad del Estado.
La permanencia de la pena de muerte en el código penal cubano ha sido criticada internacionalmente mientras la isla ha relacionado la pena máxima a las relaciones beligerantes con Estados Unidos.
En 2003 Fidel Castro aprobó la aplicación de la pena máxima para 3 jóvenes que secuestraron la lanchita de Regla para irse hacia Estados Unidos, sin que haya habido daños humanos en el hecho. Los jóvenes fueron juzgados por la Ley No 93 de 2001, Ley contra actos terroristas. La ejecución de los jóvenes le valió al gobierno cubano la condena internacional plasmada en una carta firmada por prominentes personalidades de la cultura como José Saramago, Mercedes Sosa, y el cubano Pablo Milanés, entre otros.
