La verdad es que la incompetencia del sistema necesita URGENTE un boca a boca.
Un año y medio después que la COVID-19 irrumpiera en Cuba es que el gobierno anda zapateando por el mundo entero para comprar oxígeno, o la tecnología que lo produzca.
Así lo reconoce Granma, sin cuota de vergüenza, y para no ser menos, el portal Radio Guamá se hace eco de las palabras de Miguel Díaz-Canel en Twitter; palabras que llegan días después del fallecimiento de cientos de cubanos por esa causa; un año y medio después que «el depredador de oxígeno» llamado SARS-COV-2 llegara a la isla; años después de que esa tecnología debió haber estado en Cuba.
Indica el diario oficialista Granma que en Las Tunas -adviertan el tono del titular- «iniciativas locales contribuyen a garantizar el oxígeno en hospitales tuneros».
Cualquier cubano reconoce que estas iniciativas son de seguro insuficientes para garantizar el oxígeno a los habitantes de la provincia de Las Tunas, aunque muy probablemente la garanticen en los hospitales que como el Ernesto Guevara están a tope, y no está ingresando más nadie. A no pocos positivos al PCR los han mandado para sus casas porque en el hospital principal de la provincia, no hay cama pa tanta gente. Allí, según informaciones llegadas a este redactor, se les está diciendo a las personas, preocupadas por irse para sus casas y no tener oxígeno, que tienen que conseguirlo por sus medios.
Sin embargo, el Granma asegura que «los integrantes de la Unidad Empresarial de Base de Mantenimiento y Plantas industriales de Acinox velan sin descanso durante 24 horas por la realización exitosa del proceso, que permite al Balcón de Oriente ser una de las pocas regiones del país que dispone de una fuente propia del valioso producto».
La planta, dicen, produce diariamente «unos 1 200 metros cúbicos del recurso», un proceso que califica de «vital para fortalecer el suministro de oxígeno a las principales instituciones hospitalarias de esta oriental provincia».
Increíblemente el Granma, que habla de cómo «Cuba busca alternativas para mitigar afectaciones por baja cobertura de oxígeno medicinal», no menciona el hecho de que justo al lado de Las Tunas, en Holguín, ese oxígeno escasea y ha escaseado tanto desde hace más de una semana, que suman ya medio centenar de muertos -según las cifras oficiales- por falta de este. El oxígeno que parece sobrar en Las Tunas -lo que se entiende del júbilo con el cual lo expresa el periódico al citar palabras del primer secretario del Partido en Las Tunas, Manuel René Pérez Gallego- muy buena falta que hace en Holguín, pero no se aborda este detalle.
Resalta asimismo el diario oficialista que días después del fallecimiento de cientos de cubanos por falta de oxígeno; un año y medio después que «el depredador de O2» llamado SARS-COV-2 llegara a la isla, es que se «descubre» en Las Tunas que gracias a adaptaciones hechas en la planta para la conversión del oxígeno líquido en gaseoso, un compresor armado por el ingenio de sus obreros, permite llenar balones de oxígeno capaces de abastecer a toda una provincia.
Las diferencias entre Holguín y Las Tunas son notorias. Holguín como provincia posee más de un millón de habitantes. Es la tercera más poblada de Cuba. Las Tunas, por su parte, de acuerdo con datos del 2017 tiene apenas aproximadamente la mitad de habitantes que Holguín (532 645 habitantes).
Sin embargo, nada de esto importaría si el Estado y gobierno cubanos se enfocara en lo útil y en lugar de estarle asignando tantos millones a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el MININT gastara un poco más en salud.
Cuba invierte 125 veces más en hoteles que en salud y educación
Datos oficiales correspondientes al primer trimestre del año 2021 y publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) revelan que Cuba invierte 125 veces más en hoteles que en salud y educación.
De acuerdo con el porcentaje de la inversión total ejecutada entre enero y marzo, el sector de servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler acaparó el 50.3% de la inversión total del presupuesto del Estado, reveló a mediados de julio de este año el economista Pedro Monreal a través de un hilo de Twitter.
Monreal detalló como la inversión en salud en los primeros tres meses del 2021 fue de apenas un 0.3% del dinero público; una tendencia «a favorecer de forma desproporcionada a la construcción de hoteles», que «se viene observando desde hace años» en la isla, indicó el economista hace menos de un mes.
Solo así se explica, en parte, porque el gobierno de Cuba -que tuvo un año y medio para apertrecharse con todo contra la covid-19- ahora ande toreando por el planeta la compra de la tecnología que le permita al compresor de marras alcanzar una potencia óptima y poder llenar 2400 balones a su máxima capacidad en una jornada de 24 horas.
Ahora no son tiempos de salir a buscar el oxígeno; son tiempos de ya tenerlo.
Las insuficientes inventivas de Díaz-Canel contra un médico cubano
Díaz-Canel expresaba que Cuba busca alternativas ante situación excepcional por baja cobertura de oxígeno medicinal.
El mandatario cubano, a través de una publicación en Twitter, señaló que «lo que más hemos comprobado en este tiempo es el patriotismo de nuestra gente, del personal de Salud, los científicos, de todos los involucrados en la operación milimétrica del oxígeno, personas que están trabajando a tiempo completo en situaciones complejas. ¡Gracias a todos!”, una publicación que contrasta con el soberbio Manuel Marrero Cruz, ahora en el ojo del huracán por sus declaraciones en contra de los médicos cubanos.
El verdadero héroe en materia de inventivas por estas horas, con relación al oxígeno en la isla es el galeno villaclareño Piter Guevara, el médico que se convirtió en viral en Twitter y Facebook y que ha sido llamado como el «héroe del estetoscopio».
Piter es el médico que «desarmó» su estetoscopio para usar una pieza que trae este para poder suminstrarle oxígeno a dos pacientes, y eventualmente salvarles la vida.
El doctor natural de Placetas, en la provincia de Villa Clara, fue identificado por el tuitero identificado como «El Ingeniero«. Apenas fue reconocido y tagueado, llovieron los agradecimientos al joven que en un arranque de humildad expresó:
«No soy héroe ni mucho menos, es mi deber salvar».
El médico también agradeció la solidaridad, aclaró que tenía otro estetoscopio, además del que se volvió viral, y concluyó diciendo: «Me han devuelto las ganas que tenía de trabajar cuando me gradué».
