La situación migratoria del locutor cubano Frank Abel Gomez Bernal, entró en una fase crítica tras confirmarse su transferencia de custodia policial a manos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). La información fue expuesta públicamente en un programa digital conducido por Destino Talk, cuyos presentadores afirmaron haber hablado directamente con la familia y con la abogada que asume la defensa del caso.
Según lo explicado en esa transmisión, Frank Abel fue entregado formalmente a ICE y quedó bajo control de la autoridad migratoria federal, lo que activa un proceso de posible deportación. De acuerdo con la abogada Heidy, citada por los conductores del programa, existe un plazo aproximado de un mes para presentar documentación y argumentos legales ante un juez de inmigración que permitan frenar su expulsión del país.
La defensa habría sido clara sobre el escenario: un 90 % de probabilidades de deportación frente a apenas un 10 % de posibilidades de revertir el proceso. La abogada, siempre según el testimonio divulgado, advirtió a la familia que el margen de maniobra es limitado y que la prioridad es demostrar que Frank Abel no puede ser devuelto a Cuba sin enfrentar consecuencias graves.
Uno de los elementos centrales del caso es que Frank Abel habría salido de Cuba portando un pasaporte diplomático y abandonado una misión oficial, una condición distinta a la de la mayoría de los migrantes cubanos que ingresan a Estados Unidos por rutas irregulares. De confirmarse ese antecedente, su retorno a la isla podría implicar sanciones penales, incluida la prisión, un argumento que la defensa intentaría usar para bloquear la deportación directa a Cuba.
En el mismo espacio se explicó que Frank Abel no permanecería detenido en Miami y que sería trasladado a un centro bajo jurisdicción migratoria, posiblemente en Dallas, Texas, donde se desarrollarían las audiencias. La estrategia legal contemplaría dos escenarios: evitar la deportación o, en caso de no lograrlo, negociar que el destino no sea Cuba, sino un tercer país como México, considerado una opción menos riesgosa por razones idiomáticas, geográficas y por la presencia de una comunidad cubana establecida.
Estas declaraciones se producen después de que, horas antes, se detectara en el sistema federal Online Detainee Locator System (ODLS) un registro que indicaba que Frank Abel Gomez Bernal se encontraba “In ICE Custody”. Ese registro dejó de ser visible posteriormente, sin que ello permita confirmar liberación, traslado o cierre del expediente, dado que ICE reconoce que su sistema no siempre se actualiza en tiempo real y que ciertos estados de custodia pueden no mostrarse públicamente.
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La información divulgada por Destino Talk añade contexto humano al caso. Según relataron, la familia de Fran Abel, en particular su madre y su hermana Leonor, se encuentra profundamente preocupada por la situación, agravada por la cercanía de las fiestas de fin de año y por la incertidumbre legal. Los conductores también condenaron las reacciones celebratorias o burlonas que han circulado en redes sociales tras conocerse el caso.
Más allá del desenlace individual, el episodio vuelve a poner en evidencia la fragilidad del estatus migratorio de muchos cubanos en Estados Unidos y la rapidez con la que un incidente puede escalar de un arresto local a un proceso federal de deportación. A esta hora, lo único verificable es que Fran Abel está bajo jurisdicción migratoria y que su caso sigue activo. Cualquier conclusión definitiva sobre su futuro legal sigue siendo, por ahora, prematura.
