El Viceministro de Cultura Fernando Rojas consideró una “excelente decisión” que el gobierno lo destituyera de su cargo este lunes.
“Apoyaremos a estas jóvenes todo el tiempo. Es una excelente decisión”, escribió Rojas en X (antes Twitter)
Conocido por su apoyo incondicional al gobierno castrista, Rojas se desempeñó como Viceministro de Cultura durante décadas. Fue uno de los impulsores del decreto 349, que muchos intelectuales cubanos consideraron como la legalización de la censura, y se reunió sin aportar soluciones con los manifestantes de la histórica manifestación del 27 de noviembre de 2020 frente al Ministerio de Cultura.
En meses recientes su ex esposa salió de Cuba y radica actualmente en Estados Unidos de acuerdo a personas cercanas a la familia en la nación norteamericana. Rojas es hermano del destacado historiador cubano, Rafael Rojas, quien vive en México, donde ha llevado a cabo una obra de referencia en la que no faltan análisis críticos sobre lo que se ha llamado la revolución cubana. Muchos especialistas han cuestionado que durante años Rojas nunca fue ascendido al puesto de Ministro ocupando siempre la eterna plaza de segundo al mando en el Ministerio de Cultura.
Junto a Rojas también fue destituida la viceministra de cultura Kenelma Carvajal Pérez. Las funcionarias que ocuparon sus cargos no tienen una conocida carrera dentro del ámbito cultural cubano ni en la política. Se trata de Lillitsy Hernández Oliva, actual Presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y Lizette Martínez Luzardo, quien ocupaba la dirección general de Políticas Culturales.
La declaración del gobierno indicó que el ex viceministro trabajará como asesor de Alpidio Alonso, Ministro de Cultura. Este puesto es un cargo de consolación porque como base no tiene mayores fundamentos ni nivel de decisión ni autonomía en las decisiones del Ministerio de Cultura.
