La ex primera dama Rosalynn Carter padece demencia, según anunció su familia el martes.
Carter, de 95 años, se encuentra en casa junto a su esposo, el ex presidente Jimmy Carter, de 98 años, quien ha estado recibiendo cuidados paliativos en casa desde principios de este año.
La familia emitió un comunicado a través del Centro Carter, la organización humanitaria global fundada por la pareja en 1982, en el que indicaron que Rosalynn Carter continúa viviendo felizmente en casa con su esposo y disfruta de la primavera en Plains, Georgia.
El comunicado destacó que durante su larga vida pública, Rosalynn Carter ha abogado por personas y familias afectadas por enfermedades mentales, así como por aquellos que cuidan de sus seres queridos.
Los Carter han estado visitando únicamente a familiares y amigos cercanos desde el anuncio del ex presidente en febrero de que renunciaría a cualquier intervención médica adicional. La familia no ha revelado ningún diagnóstico específico para ninguno de los dos, y no emitirá más comentarios al respecto.
Rosalynn Carter ha sido una defensora de la salud mental y ha continuado su labor en el Centro Carter después de su tiempo en la Casa Blanca, viajando extensamente con su esposo para promover la democracia y combatir enfermedades en el mundo en desarrollo. La familia espera que al compartir esta noticia, se generen conversaciones importantes sobre la demencia y se reduzca el estigma asociado a esta condición.
Casados casi 77 años, los Carter son la pareja presidencial que ha estado casada por más tiempo en la historia de los Estados Unidos.
Rosalynn Carter y Jimmy Carter: una pareja icónica en la política estadounidense
Rosalynn Carter y Jimmy Carter son una pareja icónica en la política estadounidense. Jimmy Carter fue el presidente de los Estados Unidos desde 1977 hasta 1981, y Rosalynn Carter fue la primera dama durante ese tiempo.
En cuanto a Cuba, podemos decir que la administración de Carter se caracterizó por tener una política hacia Cuba que difería de las administraciones anteriores y posteriores.
Durante la presidencia de Jimmy Carter, hubo un intento de normalizar las relaciones con Cuba. En 1977, el gobierno de Carter inició conversaciones secretas con el gobierno cubano de Fidel Castro, con el objetivo de resolver las diferencias y mejorar los lazos bilaterales.
Esto llevó a la firma de un acuerdo migratorio en 1980 conocido como el «Acuerdo del Mariel», que permitió a los ciudadanos cubanos emigrar legalmente a los Estados Unidos. Sin embargo, este acuerdo también condujo a un éxodo masivo de cubanos hacia los Estados Unidos, lo que generó tensiones y desafíos para la administración de Carter.
Además, la administración Carter también adoptó un enfoque más flexible hacia el embargo comercial impuesto a Cuba. Aunque el embargo se mantuvo en su lugar, se implementaron algunas medidas para aliviar las restricciones y promover intercambios culturales y humanitarios entre los dos países.
Sin embargo, la política de la administración Carter hacia Cuba no fue completamente exitosa. A pesar de los esfuerzos por normalizar las relaciones, las tensiones persistieron y no se logró una reconciliación completa. Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se volvieron más tensas nuevamente después de que Carter dejó la presidencia.
Después de su presidencia, Jimmy Carter realizó una histórica visita a Cuba en marzo de 2002. Fue la primera visita de un expresidente estadounidense a la isla desde la Revolución Cubana en 1959. Durante su visita, Carter se reunió con el entonces presidente cubano, Fidel Castro, y otros líderes cubanos.
El propósito principal de la visita de Carter fue fomentar el diálogo y mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Durante su estancia, Carter se reunió con representantes del gobierno cubano, líderes de la sociedad civil y disidentes políticos. También pronunció un discurso televisado en el que instó a un mayor entendimiento y cooperación entre ambos países.
La visita de Carter a Cuba generó una gran atención mediática y fue vista como un intento de promover la reconciliación y el diálogo entre Estados Unidos y Cuba. Sin embargo, cabe destacar que su visita no resultó en un cambio significativo en la política oficial de Estados Unidos hacia Cuba, ya que el embargo comercial y las restricciones diplomáticas permanecieron en su lugar.
A lo largo de los años, Jimmy Carter ha abogado por una política más abierta hacia Cuba y ha defendido la necesidad de un diálogo constructivo entre ambos países. Su visita fue considerada un hito en los esfuerzos por mejorar las relaciones bilaterales, pero no condujo a cambios drásticos en la política oficial de Estados Unidos hacia Cuba.
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