La droga conocida como el «químico» vuelve a llegar a la prensa oficial en medio del azote de esta sustancia entre los cubanos, sobre todo los más jóvenes.
“De forma muy casual empecé a consumir con el grupo de amigos en la esquina del barrio”, dijo un ex consumidor a Cubadebate y añadió: “Me sentía bien, pero pronto la cosa se puso fea, vendí hasta mis prendas y me alejé de quienes quería. Todo para no quedarme sin dosis”.
El joven de 21 años, identificado como Ismael, explicó que creía que iba a morir tras consumir dicha droga.
“Pensé que iba a morir; vomité hasta quedar paralizado”, explicó.
“Supe que tocaba fondo. Antes solo pensaba en seguir, pero sentí un cocotazo de Dios que me ayudó a salir de esto”, recordó.
Cubadebate dio detalles de un operativo antidrogas en Santi Spíritus realizado por el Minint ante el alza en la venta y el consumo de el «químico».
“A través del trabajo operativo y secreto se conoció que, en esta zona de la ciudad, existían varios jóvenes que consumían la sustancia. Luego, por decisión de la jefatura del Ministerio del Interior (Minint) en el territorio se abrió un expediente correspondiente a un proceso investigativo”, reconoció un oficial.
De acuerdo al investigador se realizó el operativo tras cerca de dos años en que fue identificado un grupo de consumidores. El tráfico de la droga en la provincia tenía como una pieza clave la relación amorosa de un traficante con una joven.
«La indagación arrancó a finales de 2023 cuando cinco consumidores fueron identificados en el epicentro del Kilo-12, y así, tras meses de vigilancia —casi medio año de piezas que encajaban pacientemente–, se pudo trazar la cadena delictiva: dos traficantes, naturales de La Habana, abastecían a una joven espirituana cuya relación amorosa con uno de ellos fue la llave para introducir la sustancia en el territorio», dijo.
«Y es que el modus operandi mostraba una astucia casi artesanal: la sustancia viajaba oculta en bolsos con bisutería y en paquetes de orégano, un olor intenso diseñado para burlar a cualquier “naricilla oficial”. Con total desconocimiento, choferes de la ruta La Habana-Sancti Spíritus actuaban como mensajeros involuntarios de la droga sintética más devastadora que la provincia había visto hasta el momento», dijo el oficial identificado como el mayor Rolando Alonso Santiesteban.
Alonso dijo que la joven fue detenida en medido del operativo.
“Logramos detener a esta ciudadana en mayo de 2024, justo cuando descendía de la guagua en la parada de la Unidad Militar —recuerda el mayor Rolando—. Ella venía sola y al requisar sus pertenencias confirmamos que, tan solo en esa ocasión, traía consigo 405 envoltorios, equivalentes a 11.33 gramos del cannabinoides sintético que venía impregnado en orégano», explicó.
El consumo del «químico» se ha disparado entre los jóvenes cubanos y provocado fuertes quiebres en las familias, que han pedido mayor implicación de las autoridades en la eliminación de las calles de esta mortal droga.