La frivolidad de una agenda social tan intensa como monótona parece estar detrás de la sonada ruptura entre el escritor peruano de 86 años Mario Vargas Llosa y la socialité hispano-filipina de 71 Isabel Preysler, ex del cantante Julio Iglesias y del aristócrata Carlos Falcó.
Después de 8 años juntos y sin boda de por medio, el Premio Nobel de Literatura no habría aguantado el mundo de la “alta sociedad farandulera” en el que se movía su ahora ex novia, según dijeron al diario El País fuentes cercanas a la pareja.
“Es imposible gozar de un concierto, o de una ópera, y hasta de una comedia ligera, rodeado de gente que no hace más que teclear o acariciar las tabletas que tienen bajo los ojos”, escribía Vargas Llosa en el cuento Los Vientos, de 2021.
Una persona en el entorno de ambos asegura que cuando sus amigos leyeron “Los Vientos” encontraron claras referencias autobiográficas, especialmente hacia su relación con Isabel Preysler, aunque en el libro no se mencionan los nombres reales.
“Este cuento lo terminó de escribir en diciembre de 2020, hace dos años. De modo que la crisis con Isabel viene de lejos. No ha sido algo repentino o inesperado, como se ha dicho. El deterioro de la relación, las dudas, el arrepentimiento, la insatisfacción… todo eso llevaba gestándose desde hace tiempo. La prensa rosa los ha presentado siempre como una pareja idílica, pero hace tiempo que pasaron de algo idílico a algo menos feliz y más complicado”, dijo la fuente.
En el mes de junio de este año, Mario e Isabel sufrieron su primera gran crisis. A comienzos del verano, él abandonó la casa de su novia en Puerta de Hierro, Madrid, y volvió a su apartamento en el centro de la capital.
Poco después, regresó y ambos desmintieron los rumores de ruptura, pero las diferencias todavía persistían. “No hubo ataques de celos, como se ha dicho. Eso es falso. Esto ha sido la culminación de un deterioro”, dicen sus amigos.
“Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más”, anunció Isabel el miércoles a la revista Hola!, su publicación de cabecera desde hace 50 años.
Personas de su círculo cercano describen a la pareja como “dos personas de mundos muy distintos”, al tiempo que aluden a discrepancias en sus intereses y estilos de vida, así como la falta de planes en común.
“Eran incompatibles. A él le interesa la cultura y a ella el espectáculo. Hay un abismo entre ambos”, dijeron.
También apuntan a que Mario Vargas Llosa “parecía sentirse incómodo viendo su imagen convertida en un adorno, en un reclamo para fiestas, eventos y hasta para el documental de la hija de Isabel, Tamara Falcó”.
“Si pudiera elegirlo, no me gustaría aparecer en Hola!. Ahora aparezco en la revista por razones de tipo personal. Pero si usted tiene la receta para no aparecer, dígamelo”, pidió a un periodista en la rueda de prensa de presentación de su novela Cinco esquinas, en 2016.
