Un estadounidense ha sido aclamado como un “héroe” tras saltar a un estanque para salvar a una cuidadora de animales de una granja infantil de Utah, que había sido mordida por un caimán.
Las cicatrices y moretones en el cuerpo de Donnie Wiseman, nativo del condado de Davis (Utah) son la prueba de su acto heroico el fin de semana pasado, cuando entró a un estanque de un caimán para salvar la mano, y quizás la vida, de una cuidadora que pretendía alimentarlo.
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Un reporte del medio KUTV cuenta que el hombre asistió a una fiesta de cumpleaños de un niño de 5 años en Scales and Tales -una granja infantil con espectáculos para menores- en West Valley City, Utah, el sábado pasado.
Los inesperados hechos con el caimán y la cuidadora ocurrieron cuando los pequeños presenciaban una exhibición de uno de estos reptiles en una pequeña piscina rodeada por una pared de plexiglás.
La cuidadora abrió la puerta para alimentar al animal, en una demostración para los pequeños, cuando este le mordió su mano y empezó a girar su cuerpo, como suelen hacer cuando atrapan una presa.
Mientras la mujer intentaba sacar su extremidad de la boca del caimán que la mantenía aprisionada, y cruzaba sus piernas sobre el cuerpo de este -para evitar que se siguiera moviendo, Donnie Wiseman entró al estanque para ayudarla.
El hombre saltó con decisión sobre el lomo del animal para limitar sus bandazos, con lo cual, sin dudas, evitó males mayores, pues este soltó a la cuidadora, que pudo salvar su mano.
No obstante, Wiseman debió quedarse un rato más dentro del estanque mientras sujetaba la boca del caimán, hasta que pudo salir con las instrucciones de la cuidadora.
La mujer mordida por el caimán, mediante la cuenta de Facebook de la granja, dio a conocer que un cirujano ortopédico en Utah la atendió y le aseguró que, tras su recuperación, podría hacer un uso normal de su mano.
También el Scales and Tales escribió sobre la valentía de Wiseman y de otro hombre que se acercó para ayudar, pues “podrían haberse quedado en la zona de seguridad como lo haría la mayoría de nosotros, pero en cambio acudieron en auxilio, por su propia voluntad. Su ayuda, combinada con la guía de nuestra cuidadora, probablemente le salvó la vida y sus extremidades a ella”.
