Desgarrada por la dura situación que atraviesa Cuba, una doctora del Hospital Calixto García lamentó verse obligada a renunciar a su vocación por no contar con los recursos necesarios ni ser remunerada como corresponde.
La doctora Alina Arcos Fernández-Britto, hermana del conocido crítico de cine e historiador del arte Gustavo Arcos, publicó un doloroso mensaje en Facebook este fin de semana donde ofrece disculpas a sus pacientes y explica los motivos de su decisión.
En un escrito que tituló “Confesión”, la doctora cubana aseguró sentirse abrumada con “tristeza y desesperanza”, tras lidiar diariamente con limitaciones de todo tipo en el sistema de salud. “Ya no quiero (más) ser médico”, comenzó.
“Ya no puedo curar ni aliviar, porque no cuento con los recursos para hacerlo. Ni siquiera reconfortar y acompañar en el dolor y la enfermedad, porque yo misma estoy llena de tristeza y desesperanza”, escribió Arcos Fernández-Britto, graduada de Medicina Interna en La Habana.
Al igual que su hermano, la doctora es una de las voces de la sociedad civil cubana que aboga por mayores libertades a los profesionales y defiende la excarcelación de presos políticos. “Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, harán cosas pequeñas… que transformarán el mundo”, se lee en su presentación de Facebook.
Quizás la escasez generalizada de medicamentos y equipos sanitarios, así como la precaria infraestructura de los hospitales, haya sido la gota que colmó el vaso para la Dra. Alina Arcos Fernández-Britto, que tiene que lidiar con una profesión altamente agotadora (y mal pagada).
“Y uno no puede ofrecer lo que no tiene”, continuó. “Ya no puedo ayudar a otros. Tampoco, ejerciendo como médico, puedo vivir con un mínimo de dignidad o decoro. Estoy exhausta de tanta angustia, ajena y propia”.
La doctora considera que continuar su trabajo en el hospital bajo las condiciones actuales “es como violar algo sagrado”. “Pido disculpas a mis pacientes, por lo que siempre les di y ya no puedo darles. No se lo merecen. Yo tampoco”, zanjó.
