¿Por qué Díaz-Canel no ha dicho nada sobre lo sucedido en Holguín?
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel generó una oleada de críticas tras publicar en Twitter un mensaje de condolencias a China por el terremoto en la región del Tíbet. Mientras extendió su solidaridad al pueblo chino, los cubanos le reprocharon no haber hecho lo mismo con las víctimas de la explosión en Holguín, que involucró a jóvenes reclutas y dejó varios fallecidos.

“Porfa compadécete de los 10 millones de cubanos bajo tu dictadura que no tienen electricidad, ni medicina, ni comida, ni dinero, ni vida”, escribió el usuario @Spola2014, reflejando el malestar generalizado. Otro usuario, @GonzaloRArocha, cuestionó: “¿Y no lamentas la muerte de los jóvenes reclutas por una explosión innecesaria? ¡VERGÜENZA!”.
El silencio de Díaz-Canel sobre la tragedia en Holguín ha sido percibido por muchos como una muestra de insensibilidad hacia el dolor nacional, mientras se muestra rápido para solidarizarse con causas externas. Usuarios como @GiselaFreedom señalaron la ausencia de figuras cercanas al poder en incidentes peligrosos, destacando que “el pueblo siempre pone los muertos”.
La indignación también se mezcló con ironía, como mostró el comentario de @abel163738: “Y no es capaz de expresar sus condolencias por los fallecidos en Holguín producto de la explosión de materiales de guerra, este es el presidente que tenemos”.
Sin embargo, Díaz-Canel no se quedó solo en su lamento. Como siempre sucede en los casos que cada vez que tuitea, un ejército de cibertrolles – cibercombatientes, ciberclarias, llámelos como Ud. desee – acudieron prestos a hacerle la pala.
Además de un baboso mensaje de apoyo de @Atenea_deCuba, otros usuarios expresaron su respaldo a las palabras de Díaz-Canel. Por ejemplo, @ValdesTayita compartió un video de 40 segundos, aunque sin añadir comentarios específicos. Asimismo, @IzquierdaPinera y @DeZurdaTeam_ fueron mencionados en mensajes de solidaridad, reflejando el apoyo de ciertos sectores al presidente cubano; aunque, en general, las reacciones de apoyo fueron menos numerosas en comparación con las críticas recibidas.
A pesar de esos mensajes de apoyo, la mayoría de las reacciones acusaron al mandatario de priorizar causas ajenas mientras ignora las necesidades y sufrimientos de su propio pueblo.
En Facebook, críticas abrumadoras hacia Díaz-Canel por su silencio ante la tragedia en Holguín
En Facebook, donde la activista Yamilka Laffita señaló que Miguel Díaz-Canel expresó sus condolencias a China por el terremoto en el Tíbet, pero no a las víctimas de la explosión en Holguín, las críticas hacia el presidente fueron contundentes y masivas. Yamilka, quien en las redes se identifica como «Lara Crofs», fue la primera persona que reportó lo sucedido en las redes sociales; primero incluso que cualquier otro medio o «influencer» oficialista.
El post de Laffita, acompañado de comentarios reflexivos y dolorosos, capturó el sentir de un pueblo cansado de lo que perciben como indiferencia gubernamental:
Lara Crofs comentó: “Así vemos como la ignominia alcanza niveles inigualables. 13 desaparecidos (fallecidos) en la provincia de Holguín y Miguel Díaz-Canel no se solidariza ni muestra respeto con las víctimas y familiares. Sin embargo, con un terremoto en el Tíbet, #China se conduele.”
Leticia Prieto agregó: “Así mismo pienso yo, y lo escribí en otra publicación, que esa noticia la dieron por el noticiero como si estuvieran hablando del arroz que llevaron a la bodega. Qué feo y triste todo, cuánto dolor. EPD, me uno al dolor de esas madres y familiares. CUBA LLORA 🖤🖤🖤🖤.”
Otros usuarios, como La Consentida de Arere, manifestaron su tristeza con un simple: “Qué triste todo 🥹.”
Yanisy Casares Muñoz opinó: “Lo que siempre hacen amiga, ya no tolero tanta indolencia del desgobierno.”
Ariadna Javier González Curbelo se sumó: “Muy retequebueno tu comentario. Él subiendo no sé qué con su queridísima mientras Holguín se cae en dolor.”
Las críticas continuaron con expresiones de dolor y reclamos por justicia para las víctimas, como las de Mabel Sancho: “Una vez más los pobres humanos cubanos sufren por causa de un régimen opresor. Lo siento mucho por la pérdida de inocentes, a sus familiares y amigos mis condolencias. Solo pido a Dios misericordia para Cuba y los cubanos.”
El descontento se hizo eco en los comentarios de Jose Luis Gonzalez Gomez, quien afirmó: “Estos comunistas quieren siempre tapar lo mal hecho por ellos mismos. Ya lo que hay que votarse y nada de salir de las calles porque ya no es ni país.”
La publicación fue un espacio para expresar dolor, impotencia y frustración ante lo que los usuarios consideran un régimen desconectado de las necesidades de su propio pueblo.
Y no, no es la primera vez que sucede.
En enero de 2020, tres niñas cubanas de entre 11 y 12 años fallecieron en La Habana Vieja debido al derrumbe de un balcón mientras regresaban de la escuela.
Este trágico suceso generó una ola de indignación en las redes sociales, especialmente cuando se observó que las autoridades cubanas tardaron varios días en expresar sus condolencias públicamente.
La situación se agravó cuando el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, envió rápidamente sus condolencias por la muerte del exjugador de baloncesto estadounidense Kobe Bryant, quien falleció en un accidente de helicóptero el 26 de enero de 2020. Esta acción fue percibida por muchos como una muestra de desinterés hacia las tragedias nacionales, priorizando eventos internacionales sobre las pérdidas locales.
Las críticas entonces en las redes sociales fueron contundentes. Usuarios cuestionaron la falta de empatía del gobierno cubano hacia sus propios ciudadanos, especialmente cuando se trataba de niños víctimas de las precarias condiciones de infraestructura en el país. La demora en el pronunciamiento oficial y la prontitud para lamentar sucesos en el extranjero fueron interpretadas como una desconexión entre las autoridades y las realidades que enfrenta la población cubana diariamente.
Este incidente puso de manifiesto las tensiones existentes entre la ciudadanía y el gobierno, evidenciando una creciente desconfianza y descontento popular ante la percepción de indiferencia oficial hacia los problemas internos. La tragedia de las tres niñas en La Habana Vieja se convirtió en un símbolo de las deficiencias estructurales y la falta de atención gubernamental, temas que continúan siendo motivo de debate y crítica en la sociedad cubana, y resuena ahora, al ver cómo otra vez, el máximo dirigente de un país, se lamenta por lo que sucede en otro, y no en su propio suelo.
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