El cubano Pedro Lorenzo Concepción fue deportado a México a mediados de septiembre, dos meses después de ser detenido tras su cita rutinaria en la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) en Miramar, Florida.
Según reportó la periodista Carla Gloria Colomé para el diario El País, el cubano fue liberado en México el 14 de septiembre, “con la misma ropa con la que se presentó el 8 de julio en las oficinas del ICE en Miramar, Florida, de las que solo salió para convertirse en uno de los primeros reclusos del recién inaugurado centro de detención Alligator Alcatraz”.
Concepción, que llegó en balsa a Estados Unidos en 2006, donde fue acogido como refugiado, perdió su residencia permanente después de que un problema legal lo llevara a la cárcel.
El cubano de 44 años cumplió una condena de tres años de prisión en el Everglades Correctional Institution, tras ser encontrado culpable por cuidar una casa con siembras de marihuana.
Según declaró Concepción al citado medio, se siente aliviado de estar en México y no en Cuba. “Para Cuba, jamás”, señaló además sintiéndose “afortunado” de no haber sido enviado a África, donde han terminado algunos de sus coterráneos.
ICE intentó deportar a Concepción dos veces, pero La Habana no lo aceptó. Su caso se hizo famoso a principios de agosto, cuando llevaba al menos nueve días sin comer en Alligator Alcatraz, en señal de protesta en contra de su detención.
Hay que recordar que, de acuerdo con El País, el cubano detuvo su huelga de hambre de 17 días en la noche del 9 de agosto, después de que el jefe del centro de detención de Krome, también en Florida, (al que había sido trasladado en medio del revuelo mediático), le asegurara que no aparecía en “una lista de personas deportables”.
El 7 de septiembre, un guardia le comunicó que finalmente lo iban a deportar a México, tras lo cual fue trasladado, vestido de naranja y esposado de pies y manos, de Florida a Texas, y de allí a California.
“Lo único en lo que pensaba era en que no iba a estar con mi esposa y mis hijos”, relató Concepción sobre los traumáticos momentos que vivió.
Como parte de un grupo de 31 cubanos, entre los que había cinco mujeres, fue finalmente transportado en un autobús hacia la frontera con Tijuana. Por suerte, las autoridades migratorias mexicanas “los trataron como no lo hizo nunca el ICE y les dieron la bienvenida a su país”.





