El 15N pudiera ser la «fecha» que los cubanos están esperando con más ansias. Los interesados en recibir medicinas y alimentos. Y los que quieren irse del país.
Varios cubanos, entre los que destacan amigos personales, estarían esperando la fecha del 15 de noviembre (15N) «como cosa buena»; interesados no tanto en la llegada a Cuba de otros cubanos, familiares, amigos; sino que simplemente esperan el fin del «paquete de aislamiento», que podría provocar una avalancha mayor de interesados en llevarle a los suyos un poco de subsistencia: que se traduce en tres cosas fundamentales: alimentos, medicinas y dólares.
Como ya se conoce, el 15N es la fecha en que el país reabrirá gradualmente sus fronteras, en espera de poder aprovechar la oleada de turistas europeos -fundamentalmente- que viajan al Caribe huyendo del crudo invierno.
tal vez quieras leer: Cuba abrirá fronteras desde el 15 noviembre de forma gradual
A.H lleva varios días gestionando una salida para Europa. No dice qué país, pero agrega que todo se le ha complicado porque de la embajada le piden un papel; y los que dan el papel tienen sus oficinas cerradas. No sabe si el 15N lo sorprenderá en pañales con la gestión, aunque cree -por fe más que nada- que el papel aparecerá antes.
Ya tiene el dinero para el viaje. No sabe cuánto tiempo va a estar fuera, pero como dejará a su pequeño hijo con la suegra, no cree que pase más de 2 o 3 meses sin verlo.
M.G quiere ayudar a su padre con los gastos, y dice está buscando dónde trabajar para ganarse unos pesos y comprar un pasaje. En su caso el precio del pasaje se multiplica por dos. Quiere irse con su madre. No sabe si vuelva. Espera también el 15N, pero dice que lo suyo es «para el año que viene».
Agrega M.G que en su círculo inmediato hay dos que también tienen el colimador apuntando al 15 de noviembre.
G.L asegura que tan pronto como abran Nicaragua o Panamá se va. Su plan, en un inicio, si todo se complica es regresar con «cosas para vender» y tiene en planes demorarse todo lo que pueda y estar en Cuba, al regreso, el menor tiempo posible.
«Aquí así no hay quién caraj… viva. Es una incertidumbre con todo», señala.
L.S tiene en planes una beca. Gracias a un amigo de su novio, al parecer existe la posibilidad en la Universidad de Coahuila, en México, pero tiene que -como A.H, a quien ni siquiera conoce- esperar que la oficina del Registro Civil abra para solicitar unos papeles que necesita legalizar. No está segura que el 15N sea la solución y no está de acuerdo en que la «flexibilización al arribo» incluya la no obligatoriedad de presentar un PCR.
J.C, su novio, tiene en planes irse también, pero no sabe cómo hará para estar tanto tiempo separado de su hijo. De hecho, habría sido su hijo la razón que le impidió quedarse en México, país que visitó en el 2019.
«Probablemente, de haber cruzado la frontera -expresa su novia- ya los papeles del niño para unirse a él estuviesen encaminados».
H.T., trabajador del Ministerio de Cultura, afirma que como él dentro de su círculo cercano de amistades, dentro del mundo artístico, todo el mundo está en lo mismo: irse después del 15N o incluso, de ser posible, antes.
A.H menciona que la hija del Viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, Ami Rojas, se fue para México «definitivamente». Detalla además que un joven fotógrafo ya tiene pasaje para irse hacia Miami, a vivir también de manera definitiva.
«Otros dos músicos jóvenes de aquí también se van definitivo. Están cuadrando un concierto cada uno, afuera; será el último que den ‘en vida’ (como residentes en la isla)»,
reveló siempre protegiendo la identidad de las personas.
«Uno de los principales realizadores de videoclip en Cuba, también se va para España. Y un director de cine. Y no te digo el nombre, tampoco, de otro, más destacado que todos esos juntos, que está en planes de vender su casa, para irse también», agregaba.
Una colaboradora nuestra, la única en todo este grupo de personas mencionadas que sobrepasa los 40 años de edad, dice que sus planes después del 15N son bien sencillos. De hecho su plan es uno solo: irse. «Si voy a ahogarme, por lo menos que tenga oxígeno».
