En una entrevista reciente con WLRN, el Vice Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, discutió varios temas relacionados con la situación actual de Cuba y sus relaciones con Estados Unidos.
La semana pasada, numerosos empresarios privados de Cuba visitaron Miami para aprender de sus contrapartes cubano-americanas y posiblemente establecer relaciones de inversión. Esto refleja el reconocimiento del gobierno cubano de que el sector privado es esencial para salvar la economía de la isla, que ha sufrido enormemente. Aunque las autoridades en La Habana culpan al embargo económico de EE.UU. por la crisis, están considerando cambios más profundos.
En relación con un reciente ataque al edificio de la embajada cubana en Washington, D.C., Fernández de Cossío mencionó que la investigación está en manos de las autoridades estadounidenses y que no se debe apresurar a hacer acusaciones sin hechos concretos.
Al discutir las relaciones bilaterales entre Cuba y EE.UU., el Vice Ministro señaló que, a pesar de las medidas agresivas contra la economía cubana, ha habido cooperación en áreas como migración, aplicación de la ley, ciencia ambiental, arte, cultura y educación.
En cuanto al embargo de EE.UU. contra Cuba, Fernández de Cossío expresó que Cuba no es enemiga de EE.UU. y que las desavenencias políticas son comunes en las relaciones internacionales. Sin embargo, destacó que el crecimiento del sector privado en Cuba es una decisión nacional y no depende de las acciones de EE.UU.
El Vice Ministro también aclaró los comentarios del Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, sobre la posibilidad de que los cubano-americanos posean negocios en Cuba en el futuro. Afirmó que los cubanos que viven en el extranjero pueden invertir en Cuba, pero para establecer una empresa, deben ser residentes.
Finalmente, en cuanto a la liberalización política, Fernández de Cossío fue claro al afirmar que no buscan que el dinero participe en la política ni que los partidos actúen como máquinas para que los políticos avancen. Rechazó la idea de que el pluralismo político pueda surgir de la liberalización económica si eso significa que el capital sea el motor del avance político.
La entrevista proporciona una visión detallada de la postura de Cuba sobre diversos temas y destaca la complejidad de las relaciones entre Cuba y EE.UU. y los desafíos internos que enfrenta la isla; pero expone sin tapujos que el gobierno cubano no cederá en lo absoluto el poder político, que es a la larga el principal problema que enfrentan los cubanos, por más que el Vicecanciller lo esconda tras una «crisis económica».
