Después de hacer vibrar a miles de fanáticos en el Hard Rock Stadium con los acordes cósmicos de Music of the Spheres, Chris Martin cambió el escenario por un ambiente más íntimo y, por qué no decirlo, más sabroso. El líder de Coldplay fue visto la tarde del lunes en el corazón de La Pequeña Habana, disfrutando un almuerzo tardío en el icónico restaurante Ball & Chain, un local que lleva el son cubano en sus paredes y en sus sartenes.
Testigos aseguran que el cantante llegó sin gran alarde, aunque no pasó desapercibido y presuntamente debió haber dejado una gran propina al marcharse.
El concierto en Miami cerró el tramo norteamericano de la gira, y no faltaron los momentos icónicos. Durante la tradicional Kiss Cam, el estadio enloqueció al ver en pantalla gigante a figuras como varios jugadores de los Florida Panthers y, en un breve pero poderoso cameo, al astro Lionel Messi junto a su esposa, que fue el momento más aplaudido de la noche.
Lo mejor es que esta vez no hubo escándalos como el que se desató semanas atrás en Massachusetts, cuando la cámara captó a dos ejecutivos abrazados de más en una zona VIP, lo que les costó sus puestos en una empresa de inteligencia artificial y terminó, irónicamente, con Gwyneth Paltrow—ex de Martin—haciendo control de daños en un video promocional que bien pudo ser una escena de Black Mirror, para una publicidad de la empresa a la que pertenecía el C.E.O: Astronomer.
Sin embargo, en Miami todo fue más ligero, más caluroso, más criollo, para Chris Martin, quien debe haberse dado un festín terrenal en la Calle Ocho, entre mojitos, música latina y olor a carne frita.
El Miami Herald deduce que comió o ropa vieja o masitas de puerco, pero a ciencias ciertas no se sabe qué comió Martin. Lo que sí queda claro es que la banda Coldplay se ha despedido de Miami con el mismo sabor con el que muchos sueñan llegar: uno bien cubano.
Habrá que ver qué depara el asunto de la pareja infiel y si demandan o no a la banda – y a Chris Martin – por esa infidelidad expuesta. A no dudarlo ha servido para volver a poner, como si hiciera falta, en boca de todos su nombre y el de Coldplay en boca de todos.
Lo cierto es que, tras lo sucedido, no pocos que fueron al concierto en Miami fueron con carteles, por si acaso, aclarándole a la multitud que, la persona a su lado, sí era su esposa (o esposo).
tal vez quieras leer: Dakota Johnson reescribe el mito sexual femenino tras su papel en “Materialists” y su ruptura con Chris Martin
