El titular olímpico de lucha grecorromana en los Juegos de Río (2016), Ismael Borrero, se reencontró con su familia luego de seis meses de separación desde que huyó a Estados Unidos, donde reside actualmente.
“¿Cómo podría demostrar la felicidad sin palabras?”, expresó la esposa del gladiador en Facebook, donde compartió un video de su llegada con su hijo de brazos y el rencuentro con Borrero, quien la esperaba con un ramo de flores.
El luchador santiaguero abandonó la delegación cubana que participó en el Panamericano de Luchas 2022, celebrado en mayo pasado en Acapulco, México.
“La decisión de Borrero constituye una grave indisciplina dentro del sistema deportivo cubano y deja a un lado los objetivos de su equipo en esta lid y en el cuatrienio hacia los Juegos Olímpicos de París 2024”, afirmaron las autoridades de ese deporte en Cuba, citadas por medios estatales.
El dos veces campeón mundial del estilo clásico arribó a inicios de septiembre a Estados Unidos y se radicó en Wisconsin, donde trabaja actualmente como entrenador de la academia de luchas para deportistas aficionados, Aviators Wrestling.
“Anoche fue una de las mejores oportunidades para reunir al entrenador Bo con su familia. No han estado juntos en 6 meses. ¡Feliz de ser parte de este capítulo de una nueva vida para ellos!”, publicó la página del club en Facebook.
Considerado antes de su fuga uno de los luchadores más destacados de la selección nacional cubana, el santiaguero de 30 años tuvo una actuación decepcionante en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde ocupó el puesto 13 en la división de los 67 Kg.
No obstante, el palmarés del grequista, campeón bajo los cinco aros en la cita de Río 2016 y ganador de los títulos mundiales en Las Vegas (USA) y Nursultán (Kazajistán), convirtieron su fuga del equipo de mayores en un suceso mediático este año, en el que la isla registra su mayor éxodo de emigrantes de la historia.





