La cancillería cubana consideró que la amenaza de un ataque ordenado por Donald Trump a Venezuela «se hace cada vez más inminente» pero no menciona que Trinidad y Tobago acoge desde hoy a una Unidad Expedicionaria del Cuerpo de Marines de EE. UU.
Trinidad y Tobago es un país insular en el extremo norte del continente sudamericano, ubicado a tan sólo 11 kilómetros de la costa noreste de Venezuela.
«Si bien nadie cree en la fábula sobre el combate al narcotráfico como pretexto para la presencia militar agresiva y exagerada de EEUU en el Caribe y las decenas de asesinatos que las fuerzas armadas de ese país vienen cometiendo desde septiembre, lo cierto es que el peligro de una agresión militar contra Venezuela se hace cada vez más inminente, por absurdo e inaceptable que resulte» escribió en su cuenta X el vicecanciller Carlos F. de Cossío que evitó criticar al gobierno trinitario en su amplia nota.
Quien no escatimó en arremetidas fue Nicolás Maduro este sábado sobre la llegada de los marines para ejercicios militares con la Fuerza de Defensa de T&T del 16 al 21 de noviembre. Maduro acusó a T&T de autorizar una vez más «ejercicios militares irresponsables» en aguas frente al estado venezolano de Sucre.
«Pido a todas las fuerzas de la patria a no caer en provocaciones en ningún momento, pero a movilizarse con fervor patriótico para decirle: ¡fuera de aquí barcos imperialistas militares! ¡Venezuela se respeta! Exigimos respeto para esta patria de honor, de paz», expresó.
Estos ejercicios militares se producen en un momento de fuerte tensión diplomática entre Puerto España y Caracas. El gobierno cubano también se ha mostrado cauteloso en críticas a Guyana también en conflicto con el regimen chavista.
Las relaciones se han deteriorado drásticamente en las últimas semanas, con Venezuela declarando persona non grata a la primer ministro de Trinidad y Tobago y suspendiendo todas las negociaciones energéticas en curso.
El ministro trinitario de Asuntos Exteriores y de Caricom, Sean Sobers, confirmó la llegada de los marines un día después de que el fiscal general John Jeremie dijera al Financial Times del Reino Unido que se espera que el ejército estadounidense intensifique los ejercicios en el país caribeño en próximos días. La Marina de EE.UU ya había estado previamente con el USS Gravely, un buque de guerra atracado en Puerto España del 26 al 31 de octubre.
Sobers desestimó rotundamente las especulaciones de que los próximos ejercicios conjuntos conducirían a la guerra y que formaban parte de la estrategia de su gobierno para asegurar que sus Fuerzas de Defensa estuvieran «óptimamente entrenadas y equipadas» para abordar los delitos con armas de fuego y la violencia de bandas.
La prensa local al mismo tiempo ha llamado la atención especialmente por el histórico aumento de activos militares estadounidenses en la región y unos 20 ataques aéreos letales que han matado a 80 presuntos traficantes de drogas en el mar Caribe y el océano Pacífico oriental desde el 2 de septiembre.
«Mi consejo para las organizaciones terroristas extranjeras es que no se suban a un bote», dijo el Secretario de la Guerra Pete Hegseth. «Si estás traficando drogas para envenenar al pueblo estadounidense y sabemos que eres de una organización terrorista designada, eres un terrorista o traficante extranjero, te encontraremos y te mataremos».
Mientras, Washington justifica esa intensificación contra el narcotráfico, al que involucra a Maduro y remarca que lidera un gobierno «ilegítimo». Trump por su lado dice abiertamente que los días del gobernante venezolano están contados y que «más o menos» ha tomado una decisión sobre Venezuela.
Al mismo tiempo la opositora y reciente Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado dirigió un mensaje a los venezolanos y, en particular, a las fuerzas de seguridad a las que llamó a «bajar las armas, no ataquen a su pueblo, tomen hoy la decisión de acompañar la libertad de Venezuela cuando llegue la hora precisa» y que ese momento es inminente.





