Arrestados en Miami cuatro jóvenes de origen hispano por simular un accidente de auto y estafar al seguro

Havana
algo de nubes
22.2 ° C
22.2 °
22 °
94 %
1kmh
20 %
Vie
29 °
Sáb
29 °
Dom
30 °
Lun
26 °
Mar
24 °

Cuatro hombres (jóvenes todos, de origen hispano) fueron detenidos en Miami-Dade tras, presuntamente, montar un choque para cobrar seguros. El caso, revelado por CBS Miami, comenzó cuando un conductor de 37 años avisó de una colisión en la NW 95th Street con la 17th Avenue.

Al llegar, los agentes notaron inconsistencias y concluyeron que el siniestro era escenificado. Deniel De Jesús Martínez Vergara —quien dio el aviso—, Henry Cabrera Balanta, Javier Ayala Mieres y un cuarto implicado enfrentan cargos por fraude de seguros, conspiración para cometer crimen organizado y denuncia falsa. Las fianzas oscilaron entre 500 y 2,500 dólares.

El expediente encaja en un fenómeno históricamente extendido en Florida —los llamados “staged crashes” (accidentes fabricados)—, pero que ha ido cediendo respecto a los picos de la década pasada, cuando las aseguradoras y la policía comenzaron a sofisticar su respuesta.

Tras reformas del esquema PIP y la presión coordinada de unidades antifraude, el índice de “questionable claims” (reclamos a las aseguradoras) por accidentes montados cayó con fuerza en los primeros años tras 2012, según el National Insurance Crime Bureau (NICB). Aun con repuntes puntuales, los datos históricos muestran esa caída desde los máximos de principios de los 2010s.

La ofensiva actual en Miami-Dade no es retórica. Este verano, operaciones como “Crash and Cash” dejaron a varias personas arrestadas por un entramado que combinaba choques fabricados, formularios médicos falsos y clínicas que inflaban terapias inexistentes. La señal de alarma la dieron los sistemas antifraude de la aseguradora, que detectaron patrones sospechosos y avisaron a los detectives, acelerando los cateos y las órdenes de arresto.

¿Qué ha cambiado en el terreno? El menú de herramientas.

Hoy, los investigadores cruzan registros de mensajería y llamadas, fotos y videos en redes sociales, y—cuando hay orden judicial—metadatos de torres celulares para trazar ubicación y tiempos, o para demostrar que quienes “no se conocían” en realidad chateaban desde semanas antes del choque.

Las propias aseguradoras incorporan equipos que rastrean actividad pública en redes para validar (o desmentir) relatos de lesiones y movilidad tras el supuesto accidente. Es una capa de verificación que antes no existía y que, según firmas especializadas, se ha convertido en insumo regular de los expedientes de fraude, indica Claims Bureau USA.

El NICB mantiene además catálogos de maniobras —del clásico “swoop and squat” al “panic stop”— que sirven a peritos y fiscales para reconocer patrones. Y las campañas estatales de educación al consumidor recomiendan reportar de inmediato cualquier sospecha, con líneas directas para denunciar fraudes.

En paralelo, fiscalías y departamentos policiales del condado han lanzado iniciativas específicas contra el “vehicle crash fraud” para cortar de raíz redes que, en ocasiones, nacen entre conocidos de escuela, barrio o compatriotas que coordinan por mensajería y reparten pagos.

¿Está erradicado el problema? No. Florida sigue siendo terreno fértil para este delito y cada tanto aparecen casos aislados—como el de esta semana—o videos que captan a alguien “fabricando” un choque. Pero el margen de impunidad es menor que hace una década: hay más ojos, más datos y más cooperación entre aseguradoras y fuerzas del orden. Y el resultado, como en Miami-Dade, acaba a menudo en arrestos antes de que el dinero llegue a manos de los estafadores.

¿Qué son el “swoop and squat” y el “panic stop”?

Acá te explicamos los dos métodos más conocidos de accidentes montados, ambos incluidos en los manuales de fraude de seguros en EE. UU.. Ambos métodos aprovechan la regla de tránsito que suele culpar automáticamente al que golpea por detrás. La diferencia es que en el “swoop and squat” hay una coreografía con varios autos para atrapar a la víctima, mientras que en el “panic stop” basta con un solo coche que se detiene a propósito para provocar el choque.

1. “Swoop and Squat” (swoop = lanzarse, squat = frenar de golpe).
En este esquema participan al menos dos vehículos coordinados. El auto “swoop” se mete de forma brusca delante de la víctima y luego se aparta rápidamente. Al mismo tiempo, el otro carro —el “squat”— se coloca justo delante de la víctima y frena de golpe sin motivo. La persona inocente choca por detrás al “squat” y, como la ley casi siempre responsabiliza al que da por alcance, queda como “culpable” del accidente. Esto les permite reclamar al seguro por daños materiales y lesiones inventadas o exageradas.

2. “Panic Stop” (frenazo de pánico).
Aquí solo hace falta un carro. El estafador vigila al vehículo que viene detrás, espera un momento en que el conductor esté distraído —por ejemplo, cuando se cambia la luz o hay tráfico que empieza a moverse— y frena repentinamente. El choque trasero queda registrado como imprudencia del vehículo que venía detrás. Después, los ocupantes del auto que frenó suelen alegar lesiones en el cuello, espalda u otras dolencias difíciles de comprobar clínicamente, inflando la reclamación médica y de seguros.

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese

Envíos a CUBA desde → $1.79 x LBENVÍA AQUÍ
+