La arquitecta cubana Ileana Rodríguez fue una pieza clave en la organización de las Olimpiadas y Paralimpiadas de París 2024.
Residente en Miami y egresada de la Florida International University, Rodríguez fue la consultora principal para la accesibilidad de los Juegos.
La multipremiada cubana es dueña de su propia firma de arquitectura, I Design Access, desde la que promueve la inclusión y la accesibilidad en el diseño urbano.
Tuvo que dejar la danza a los 12 años porque una malformación en la médula espinal la obligó a usar sillas de ruedas.
Formada profesionalmente en Estados Unidos, Rodríguez ha dedicado su vida a mejorar la accesibilidad para personas con discapacidad.
En París 2024, según contó Telemundo 51, uno de sus más grandes retos fue modificar la superficie de los emblemáticos Campos Elíseos para hacerla accesible a los atletas paralímpicos.
Asimismo, Rodríguez, que también es nadadora paralímpica, trabajó en la planificación de dos nuevos estadios completamente accesibles en la capital francesa.
Sobre la misma cuerda, dijo al citado medio que una de las metas de París era que el transporte urbano a nivel de la calle fuera accesible con paradas de autobuses, lo que se logró gracias a los Paralímpicos.
“Debemos apreciar que estamos en Estados Unidos, en un lugar donde podemos soñar y cumplir los deseos, gracias a la educación y al esfuerzo”, aconsejó la miembro del equipo de natación de Estados Unidos en los Juegos de Londres 2012 a otros inmigrantes con discapacidades.
Al respecto, Rodríguez destacó que, ser “la única latina en el equipo de natación de Londres 2012” resultó un “tremendo orgullo para mi familia”.
Si bien es amplia su reputación como consultora de proyectos de diferentes magnitudes en estadios olímpicos y paralímpicos, la labor de la cubanoamericana, que ya mira a las Olimpiadas de Los Ángeles 2028, no se limita a eventos deportivos.
Rodríguez ha modificado aeropuertos, hoteles, centros de salud y edificios comerciales en Estados Unidos, Europa, Asia y el resto de América siempre con el fin de que los cambios sean permanentes y beneficiosos para toda la sociedad.
Desde la óptica de esta experta, muchas personas no entienden que “todos seremos adultos mayores y en algún momento fuimos niños” por lo que hay que ver los espacios accesibles como una inversión.