Después de someterse a dos cirugías estéticas: una liposucción y una transferencia de grasa para aumentar sus glúteos, la actriz, presentadora e influencer cubana Aly Sánchez aclaró por qué no se hizo los senos el mismo día.
Según afirmó la espirituana radicada en Miami a uno de sus seguidores de Instagram, se iba a hacer las tres cirugías a la vez, pero no pudo porque no había dejado de usar el vape (cigarro electrónico) al menos desde un mes antes, como le habían indicado.
La también modelo, que todavía se recupera de estas intervenciones, reconoció que no creyó tan necesario dejar de ‘vapear’ por completo durante tanto tiempo porque le habían explicado que lo que hacía era demorar la cicatrización.
Sin embargo, la doctora que le iba a “quitar los implantes” decidió “no hacerme el procedimiento de los senos” porque “la nicotina mata el tejido del pezón y se te puede necrosar” y, si bien el vape tiene un porcentaje bajo de nicotina y ella lo usaba “solo ocasionalmente”, había una posibilidad de que le quedara “la teta negra”.
“Para la lipo y el transfer no tuve problemas”, apuntó la artista antes de confesar que, amén de que “hubiera querido salir de las tres cirugías a la misma vez”, luego agradeció que no fuera así porque “la recuperación se demora un poquitico más”.
Ahora no puede “dormir boca arriba” y, “si tenía los senos hechos, tampoco podía dormir boca abajo”. Por tanto, afirmó que, “con lo poquita cosa que yo soy con los dolores, lo mejor que pasó fue eso”.
“Del tiro” Aly dejó el vape “por completo”. “No me lo he vuelto a poner en la boca. Me traumaticé con lo de la nicotina, que tiene poca, pero igual es dañina”.
La popular intérprete explicó también que decidió hacerse estas cirugías para quitar “los gorditos” que tenía a los lados, “que no se van ni bajando de peso, ni haciendo ejercicio (que yo no hago) porque son de los dos partos que he tenido”.
Además, la influencer de 37 años dio el ‘ok’ para que, “con la grasita” que le retiraran “de la parte de abajo, de la parte de atrás, y de abajo de los brazos”, le rellenaran “los huequitos de las nalgas”.
Aunque inicialmente no estaba segura de someterse al procedimiento de transferencia, porque “no me gustan las nalgas grandes” y “no quería parecer una abejita”, el doctor la convenció de que quedaría “como si tuviera 18 años y así fue”. “Quedó perfecto. Parece que toda la vida he tenido nalgas”, bromeó.
