Christopher Levy, el hijo mayor de 17 años del reconocido actor cubano William Levy, ha confirmado desde hace días su relación amorosa con Ivy Puente, una joven que ha capturado su corazón. Christopher, quien se destaca como una promesa en el béisbol y aspira a llegar a las Grandes Ligas, compartió su felicidad en las redes sociales, un gesto poco común en él, dado que suele ser muy reservado con su vida personal.
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La relación de Christopher e Ivy se ha hecho evidente desde entonces a través de románticas fotografías publicadas en Instagram, donde se les ve abrazados y sonrientes, celebrando el cumpleaños de Ivy. A pesar de que Ivy mantiene un perfil bajo en redes sociales, las imágenes compartidas por Christopher han recibido una gran cantidad de «me gusta» y comentarios positivos de sus seguidores.
Christopher, recientemente confesó el grado de enamoramiento que tiene con una frase, al llamar a Ivy «mi favorita».
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Sin embargo, la publicación de las fotos ha generado cierta «controversia» en línea, con algunos usuarios señalando un parecido entre Ivy y la madre de Christopher, la actriz Elizabeth Gutiérrez. Estos comentarios han llevado a especulaciones sobre la elección de pareja de Christopher y su posible atracción hacia mujeres que se asemejan a su madre. A pesar de las opiniones encontradas, Christopher mantiene su postura de celebrar su amor con Ivy en sus redes sociales, sin responder directamente a las especulaciones.
Hasta el momento, ni William Levy ni Elizabeth Gutiérrez han comentado públicamente sobre la relación de su hijo, y lo que sí puede decirse es que Christopher pudiera ser uno de los muchos hombres que «las prefieren rubias».
El hijo de William Levy, por cierto, no sería ni será el primero ni el último en caer enamorado de «las rubias», un fenómeno estético socio-cultural surgido en la sociedad norteamericana.
De hecho, la preferencia por las chicas con el pelo color dorado se hizo más fuerte a raíz de la cinta del mismo nombre, protagonizada por Marilyn Monroe, quien como sabemos fue y sigue siendo, todo un sex symbol de la sociedad norteamericana.
Esta película, estrenada en los años 50, con Marilyn en el protagónico, y con el pelo rubio, se convirtió en un icono cultural y contribuyó a cimentar la imagen de Monroe como un símbolo sexual de la época. La frase misma sugiere una preferencia de los hombres por las mujeres rubias, y en el contexto de la película, refleja las dinámicas y percepciones sociales sobre la belleza y el atractivo en aquel tiempo.
Sin embargo, es importante recordar que tales frases y estereotipos están sujetos a cambios culturales y no necesariamente reflejan verdades universales sobre las preferencias humanas, aunque en el caso del hijo de William Levy pudiera decirse que sí, que él, la prefiere rubia.
O al menos prefiere a la rubia Ivy Puente.
