El caso de violencia que estremeció al municipio capitalino de La Lisa el pasado 3 de agosto sigue sin resolverse plenamente y mantiene en alerta a las familias afectadas. Aquella noche, un joven cubano y su amigo fueron atacados brutalmente por seis hombres armados con machetes, cuchillos y chavetas. El padre de una de las víctimas, Elieser López, quien se encuentra fuera de Cuba y es residente en Estados Unidos, denunció públicamente que el ataque dejó secuelas graves y que la respuesta policial fue, en sus palabras, “indiferente”.
Durante el asalto, el amigo de su hijo recibió un machetazo en el rostro que requirió una operación de urgencia y 22 puntos de sutura. El propio hijo de López también fue herido y necesitó cuatro puntos. Según testigos, la patrulla #234A de la 7ma Unidad acudió al lugar, pero los oficiales no mostraron urgencia ni actuaron para asegurar la captura de los agresores.
En días recientes, la policía arrestó a uno de los presuntos atacantes, identificado como Amilkar Savigne. Sin embargo, este se ha negado a colaborar y los otros cinco implicados siguen en libertad, amenazando a las víctimas con “llevar la situación hasta el final”. La sensación de impunidad ha encendido el malestar ciudadano.
En las redes sociales, donde el caso ha sido ampliamente comentado, abundan las denuncias de otros cubanos que relatan episodios similares y critican la inacción policial.
“Aquí agreden y no pasa nada, andan a plena luz del día con armas blancas”, lamentó una usuaria. Otros apuntan a la falta de patrullaje y a que las autoridades parecen más interesadas en reprimir manifestaciones políticas que en enfrentar la delincuencia común.
Entre los comentarios más repetidos aparece una propuesta: “Hace falta un Bukele en Cuba”. Decenas de usuarios evocaron el modelo de seguridad del presidente salvadoreño, que ha encarcelado masivamente a pandilleros, como posible solución a la creciente violencia en la Isla.
“Una beca en el Cecot para la delincuencia juvenil cubana”, ironizó un internauta, aludiendo a la megacárcel de El Salvador. Otro simplemente expresó: «Bukele acabó con la delincuencia en El Salvador».
Mientras tanto, las amenazas contra las víctimas siguen latentes y no se han anunciado medidas de protección. “¿Qué justicia es esta que permite que un ataque con armas blancas quede casi impune?”, cuestionan familiares y vecinos. El temor se mezcla con la frustración ante un panorama en el que, para muchos, la ley parece estar ausente y la calle cada vez más en manos de los violentos.
