En una isla del Caribe se encuentra el aeropuerto más pequeño del mundo, en donde solo pueden aterrizar aviones de reducida escala debido a su muy corta pista.
En la isla de Saba, del Caribe Neerlandés, el transporte aéreo con carácter comercial no es muy viable debido a que tiene el aeropuerto más pequeño del mundo, y no podrían aterrizar todo tipo de aeronaves y mucho menos, las más clásicas empleadas para el movimiento de pasajeros.
Según el sitio AEROBCN, el Juancho E. Yrausquin (código IATA: SAB, código OACI: TNCS) es la única instalación de este territorio en donde la geografía no dio para construir mucho más.
Como detalla el portal, tiene la que es considerada como la pista comercialmente útil más reducida del planeta, con aproximadamente 400 metros de largo, lo cual limita la variedad de aparatos que pueden aterrizar y despegar en esta.
No se edificó de esa manera por elección de quienes allí habitan, sino por la propia geografía de la isla de Saba, que consta de montañas que limitan el espacio y no dejan un mayor espacio para alargar su extensión.
Los despegues allí suelen tener altas dosis de emoción, debido al mar cercano y el impresionante acantilado que se encuentra al borde, por donde podría precipitarse una aeronave que no alcance a levantar el vuelo.
El portal de Sputnik cuenta como algunos fanáticos de los simuladores emplearon en 2019 uno de estos programas para probar cómo sería aterrizar distintos modelos en el aeropuerto más pequeño del mundo.
Las más pequeñas y ligeras pasaron la prueba en la limitada pista del Caribe Neerlandés, pues fueron suficiente los 396 metros, pero todo se complicó con los clásicos Boeing 737-800 o el Boeing 777.
Ni el capitán más experimentado podría hacer que uno de estos modelos tomara tierra sin que terminara, de forma catastrófica, cayendo al amenazante abismo.
