En los últimos meses los cubanos hemos sido testigos o protagonistas del mayor éxodo de emigrantes en varias décadas, y también hemos presenciado varias historias de salidas ilegales de la isla que sorprenderían al escritor más imaginativo.
Imágenes de un camión varado en la costa de Baracoa relacionado con una salida frustrada circularon la víspera en medios independientes, y recientemente habían sido noticia tres jóvenes que intentaron llegar a Estados Unidos en una bicicleta acuática, como prueba de la desesperación de muchos cubanos por buscar la prosperidad y el futuro que les niega el poder enquistado en la isla.
Algunas de esas fugas han terminado frustradas y otras desgraciadamente con un saldo trágico pero, incluso enterados de las noticias, los cubanos siguen intentando la aventura de cruzar el Estrecho de Florida en todo tipo de artefactos, poniendo en riesgo sus propias vidas.
Travesías espectaculares: surfistas
A mediados el joven cubano Pablo Mantilla, que residía en Varadero, logró atravesar los mares a bordo de una tabla de una tabla de kitesurf, luego de tres años planeando la huida, aunque no ha sido el único.
Este año un instructor de buceo del mismo balneario turístico, Elian López, también había conseguido la hazaña a pesar de tener una colostomía y haber sufrido bastante en durante el viaje.
Cerca de una decena de cubanos ha emigrado a Estados Unidos a bordo de tablas de windsurf, pero hasta el momento el único surfista que logró desembarcar sin ayuda en tierra norteamericana fue Henry Vergara, quien realizó la travesía en 2014.
“Camionautas”
Si los surfistas mostraron dotes deportivas y capacidad física extrema, los llamados camionautas fueron los campeones del ingenio.
En 2003, los efectivos del Servicio de Guardacostas estadounidenses quedaron boquiabiertos al ver un camión Chevrolet de la década de 1950 surcando las noventa millas de mar que separa a Cuba de la Florida.
Sus tripulantes, Luis Grass, su esposa e hijo fueron detenidos y repatriados a la isla, pero meses más tarde volvieron junto a otros ocho balseros a bordo de un Buick, modelo de 1959, convertido en un vehículo anfibio.
La familia cumplió finalmente su sueño y réplicas de los vehículos que les hicieron ganar el mote de “camionautas” son hoy piezas de museo e la emigración cubana.
Rápido y Furioso
Un escape “de película” protagonizaron tres cubanos que viajaron de polizones, escondidos en un buque de carga que transportaba parte del equipo de filmación la película “Rápido y Furioso 8”, de la cual se habían rodado varias escenas en La Habana.
Los inmigrantes fueron detenidos por las autoridades migratorias en Florida y por unos días ocuparon los titulares de prensa, opacando al mismísimo Vin Diesel, protagonista de la saga taquillera, hasta que les permitieron acogerse a la Ley de Ajuste cubano y pudieron permanecer en Estados Unidos.
