Las alertas por la desaparición de la joven cubana Addys López Rosales, de 21 años, junto a su novio, el pasado 2 de mayo han alcanzado dimensiones virales en las redes sociales cubanas, donde miles replican las solicitudes de información de plataformas como Yo Sí Te Creo en Cuba y activistas independientes por los derechos de la mujer, sobre su posible paradero.
Addys López fue vista por última vez en Santa Fe, en el municipio habanero de Playa, y su madre Leidis Rosales Romero denunció el hecho el 4 de mayo en la estación policial del reparto Siboney, en la propia Playa.
Según testimonió Leidis a Yo Sí Te Creo, no ve a su hija desde el 1ro. de mayo. “El martes 2 yo trabajé y ella estuvo en casa. Me dejó una nota y 3 bombones, donde me decía que el carro que manejaba su novio, que no era su dueño, estaba roto y no supe nada más en esos días”, detalla la mujer, que explicó tener roto su teléfono móvil en esas fechas, pero ofrece el número +53 56 57 94 46 para recabar cualquier información valiosa.
Añadió Rosales Romero que “Addy venía todos los días a casa a pesar de que dormía con su pareja”, quien también se encuentra desaparecido, aunque aún no se precisa si su familia ha hecho la denuncia respectiva ante las autoridades.
Addy López Rosales cumple casi un mes ya desaparecida sin ningún avance en las presuntas investigaciones que puedan estar acometiendo los oficiales a los que se les debe haber asignado el caso. En el centro del país, Yeniset Rojas Pérez, de 33 años, madre de una niña y natural de Ranchelo, en Villa Clara, lleva más de dos meses desaparecida desde que fuera vista por última vez el 18 de marzo.
Yosvany Villar Ávila, de 14 años y residente de Santos Suárez, La Habana, estuvo desaparecido más de un año, ante la imposibilidad manifiesta de la policía para continuar su búsqueda por falta de combustible, según le declararan a su madre, Airovis Ávila Pérez, a quien no se le tuvo al tanto de los procesos investigativos. Incluso, fue en un momento compelida por la policía a no subir más fotos de su hijo a las redes sociales, ya que “sirven a los enemigos de la Revolución para hacer campañas de difamación y dañar la imagen del país”, según refirió la revista People en Español, que cubrió todo el proceso.



















