El gobierno cubano no pudo impedir ni quitar el cartel que un grupo de cubanos exiliados, les «dedicó» y colgó frente al museo Reina Sofía en España, pero sí hizo la tarea con el letrero que les dejaron en el llamado «Malecón sin agua», en Santos Suárez, al tiempo que convocó al pueblo a participar hoy en la Marcha de las Antorchas, en pleno brote de Ómicron, y un repunte de casos de coronavirus en la isla.
La vigilia en Madrid contó con la presencia de una treintena de cubanos, luego de que el Movimiento San Isidro lanzara la convocatoria.
Todos se reunieron el miércoles, en horas de la noche, frente al Museo Reina Sofía para exigir fe de vida del artista Luis Manuel Otero Alcántara y la libertad de los presos políticos en la isla; la mayoría de ellos, o todos, unas 730 personas encarceladas por su participación en las históricas protestas acontecidas en varias ciudades cubanas el pasado 11 de julio.
Los «manifestantes», entre los que se encontraba la curadora y activista Yanelys Núñez, integrante del MSI; Masiel Rubio, alma organizadora de un proyecto que ha llevado a la isla más de diez toneladas de medicamentos e insumos para hospitales, distribuidos mano a mano sin apoyo gubernamental alguno; y Yunior García Aguilera, dramaturgo y ex líder de otro proyecto, Archipiélago, participaron en la vigilia; émula de otra efectuada el pasado 25 de noviembre, en la noche, en la llamada Torre de la Libertad en la ciudad de Miami, convocada por otros dos miembros de MSI: la investigadora Anamely Ramos y la curadora Claudia Genlui, pareja actual esta última del artista Luis Manuel Otero Alcántara.
Pero si al gobierno cubano les quedaba lejos el Museo Reina Sofía y la Torre de la Libertad en Miami para contrarrestar a la disidencia, y no pudieron movilizar sus fuerzas hacia el lugar, sí que lo hicieron al «Malecón sin agua», de Santos Suárez, donde un intrépido cubano – o cubana, o varios – dejaron un grandísimo letrero en azul, ayer, donde podía leerse: «Abajo Díaz-Canel»
Un letrero muy similar al dejado en ETECSA
El letrero dejado en el «Malecón sin agua» de Santos Suárez es muy similar a uno dejado el 11 de enero y el 16 de enero, en las paredes de la oficina de la empresa ETECSA de la Villa Panamericana, en La Habana.
El gobierno, luego de raspar primero la pared y pintarla después, convocó a un acto de masas, donde participaron incluso niños de la escuela primaria; un acto político para reafirmar el compromiso con la Revolución. ¿Dónde? Pues en el mismo lugar de la «afrenta».
Igual ha sucedido ahora.
En el día de ayer, miércoles, los llamados «factores» se movilizaron; primero para borrar el cartel, luego para convocar a la UJC y el PCC a participar en una especie de protesta revolucionaria. Un acto político. ¿Dónde? Pues frente al muro donde el miércoles escribieron «Abajo Díaz-Canel»; en una calle del reparto Santos Suárez, en el municipio de Diez de Octubre.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran a un reducido grupo de personas en el lugar donde apareció el letrero, sito en la calle Serrano entre San Leonardo y la Vía Blanca.
«(..) épico el acto, de verdad. Que puto circo, a beber ron que me hicieron el día», comentó un tuitero.
«Me imagino a esa gente diciendo: ‘se logró tumbar la pintura, viva'», ironizó otro.
«Manera de gastar dinero en estupideces, en vez de estar buscando ladrones y asesinos», cuestionó un tercero.
Otros cuestionaron que hubiese gente bajo el sol, en plena «simulación revolucionaria» y hasta uno aseguró que esas personas «se sienten avergonzados de que algún conocido los pueda ver prestándose para eso.»
«Lo más triste es que haya personas que tengan que asistir a esos eventos por estar atados al Estado,» puntualizó este último.
Desde las primeras horas de la mañana del miércoles, cuando se descubrió el cartel, se llevó a cabo un gran despliegue policial en la zona, que duró hasta bien entrada la noche. Las autoridades del MININT situaron incluso un camión custodiando el lugar.
Gobierno convoca a Marcha de las Antorchas hoy en La Habana
Donde sí se espera éxito y congregación total será esta noche, 27 de enero, fecha en la que el gobierno cubano celebrará una de sus tradicionales Marcha de las Antorchas en La Habana, en conmemoración al aniversario 169 del natalicio del Héroe Nacional José Martí, que en esta ocasión estará dedicada a «la proeza que ha logrado (el gobierno) para que cada uno de nosotros y el país siga salvándose de la COVID-19».
Como bien señala la colega Mónica Baró, en una nota escrita para el diario Cibercuba Noticias, «a pesar de que las cifras diarias de casos positivos de coronavirus en el país han estado en ascenso en las últimas semanas, el gobierno cubano decidió realizar hoy, a las 8:00 de la noche, la tradicional Marcha de las Antorchas (…)»
Sin dudas, en esta, sí que habrá «concentración popular», ideal para la transmisión del virus SARS-COV-2 pero…
«Marchar por Martí es marchar por Cuba. También por las víctimas del tornado. De la Escalinata bajamos con nuestros ánimos más dispuestos y más unidos, para que los barrios golpeados puedan reconstruirse con la colaboración de todos», justificó entonces el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta de Twitter, donde ya se están posicionando las etiquetas #MartíVive, #Antorchas2022, #Revolucionando, #Cuba, #VamosConTodo y #60UJC.
Pero, como bien reconoce Mónica en su artículo, esta no será la primera ocasión en que el gobierno decide mantener a toda costa su peregrinación martiana a toda costa. En dos de los últimos tres años (2019 – 2021) se celebraron sendas marchas, en momentos esencialmente complejos.
La primera de ellas tuvo lugar en el 2019, apenas unas horas después de que por La Habana pasara un tornado que destrozara varios municipios capitalinos y dejara varias víctimas mortales y heridos.
Justo un año después, el lunes 27 de enero de 2020, el balcón de un edificio en la barriada de Jesús María, en La Habana Vieja, una de las zonas más antiguas y pobladas de la capital cubana, se desplomó y tres niñas de entre 11 y 12 años de edad murieron aplastadas por los escombros. A pesar del dolor y la indignación causada, porque incluso ni siquiera las principales autoridades del país fueron al lugar o siquiera expresaron condolencia por la muerte de las tres menores ese día, horas después efectuaban, en contra del sentimiento popular manifiesto en las redes sociales, otro desfile de las antorchas.
En el año 2021, cuando la COVID-19 era un azote en la isla – todavía, por suerte, no había llegado la variante DELTA al país, pero las cifras de enfermos y fallecidos por COVID era significativa, también efectuaron la Marcha.
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