Una nueva denuncia difundida en redes sociales vuelve a poner bajo la lupa el estado crítico del transporte funerario en Cuba. En las últimas horas, activistas y creadores de contenido cubanos compartieron imágenes estremecedoras que muestran otro féretro caído en plena vía pública, un episodio que remarca el deterioro creciente de un servicio esencial y que ha generado indignación en la comunidad.
La activista Irma Lidia Broek expresó su consternación al publicar una de las denuncias más compartidas del día: “Otro féretro que se cae del carro fúnebre y queda tirado en plena calle. Cosas que, lamentablemente, solo pasan en Cuba. La dignidad de los muertos y el dolor de las familias merecen mucho más que esto”. Su mensaje, acompañado de fotografías del incidente, generó inmediatamente comentarios de repudio y dolor entre usuarios cubanos dentro y fuera de la isla.
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Por su parte, el periodista independiente y activista Yosmany Mayeta Labrada ofreció más detalles sobre la magnitud del hecho. Según explicó, las imágenes muestran cómo el féretro terminó en plena avenida (aún no identificada, pero algunos usuarios afirman que tuvo lugar en la intersección de Belascoaín y Reina, en La Habana) después de desprenderse del vehículo que lo transportaba.
“Continúan los hechos indignantes relacionados con el transporte funerario en Cuba. En las últimas horas, nuevas imágenes circulan en redes mostrando cómo otro féretro cayó en plena vía pública, en una avenida que aún no ha podido ser identificada”, escribió.
La escena, descrita como “estremecedora”, provocó conmoción entre quienes presenciaron el suceso. Mayeta detalló que “la caja fúnebre se abrió tras el impacto y, lamentablemente, el cuerpo de la persona fallecida terminó expuesto en la calle, provocando consternación entre quienes presenciaron la escena”. En un país donde la precariedad de servicios básicos se ha convertido en un tema recurrente, este tipo de imágenes reaviva un debate sensible: el respeto debido a los difuntos y a sus familias.
Ambos activistas subrayaron que el hecho no es aislado. En los últimos años, múltiples denuncias han documentado fallas similares en distintos puntos del país: carretas improvisadas, vehículos funerarios deteriorados, falta de sujeción adecuada para los féretros y un mantenimiento deficiente de la flota estatal encargada de estos servicios. Esta acumulación de incidentes evidencia, según Yosmany, “el grave deterioro de los servicios funerarios, la falta de mantenimiento en los medios de transporte y la absoluta falta de respeto que están sufriendo las familias incluso en el último adiós a sus seres queridos”.
Mientras muchas interrogantes permanecen sin esclarecer, la sensación generalizada entre los denunciantes es de impotencia. Como concluyó Mayeta en su publicación: “La dignidad humana no termina con la muerte, pero en Cuba ni siquiera la muerte está a salvo del abandono y la precariedad”.
