Una trabajadora hispana de UPS y madre de cinco hijos murió el domingo 21 de septiembre en un almacén de la empresa en Richmond, California, tras quedar atrapada por una caída de paquetes dentro de un remolque de carga.
La mujer fue identificada por su familia como Shelma Reyna (también referida como Shelma Reyna Guerrero en reportes locales). De acuerdo con la policía de Richmond, el incidente ocurrió alrededor de las 4:15 p. m. en las instalaciones de UPS de la calle Atlas, y fue tratado como un accidente industrial; un compañero la encontró y llamó a emergencias, pero los servicios de socorro confirmaron su fallecimiento en el lugar, señala NBC Bay Area.
Medios del Área de la Bahía y estatales detallan que Reyna trabajaba sola cargando paquetes en el interior de un tráiler cuando “varios bultos” cayeron sobre ella. La oficina del forense del condado de Contra Costa colabora con la policía para esclarecer la causa exacta de la muerte, mientras familiares señalan la posibilidad de una falla de equipo y piden explicaciones sobre los protocolos de seguridad vigentes en el turno. UPS expresó sus condolencias y dijo que cooperará con las autoridades, recoge por su parte KTVU.
La tragedia ha suscitado preguntas sobre tiempos de supervisión y respuesta. Un recuento de la revista People —que cita a la policía y a los familiares— indica que Reyna pudo haber permanecido sin ser localizada hasta cuatro horas, extremo que forma parte de las indagaciones. El caso es investigado por Cal/OSHA, la agencia estatal de seguridad laboral, que podría emitir citaciones si detecta violaciones a las normas. En paralelo, Teamsters Local 315, el sindicato con presencia en el sitio, dijo que colaborará para asegurar condiciones de trabajo adecuadas.
La muerte de Reyna impactó a la comunidad latina del Área de la Bahía, donde su familia y allegados la describen como una persona solidaria y dedicada a sus hijos. Una campaña de recaudación iniciada por su prima, Esmeralda Ocampo, busca cubrir gastos funerarios y apoyar a los menores.
La historia también reaviva el debate sobre los riesgos en la logística de última milla y operaciones de almacén, sectores con alta rotación, metas de productividad exigentes y tareas físicas que requieren controles estrictos de apilamiento, aseguramiento de carga y presencia de observadores cuando se trabaja dentro de remolques.
En el hilo de Facebook de Telemundo 48, la primera oleada de respuestas mezcló duelo y reclamos de responsabilidad. “Oremos… que Dios consuele a sus hijos”, escribió Carlos Lizardo, sintetizando el tono de decenas de mensajes de condolencia.
A partir de ahí, la conversación viró hacia condiciones de trabajo: Neni Morales contó que renunció a FedEx porque “quieren que metas paquetes de casi 300 libras en un camión tú solo”, mientras Vivicky Hdz, que se identifica como compañera de labores, afirmó que “esa compañía está sin seguridad del trabajador… los coordinadores andan por otro lado sin supervisar”. En la misma línea, Oranyelit Cárdenas pidió revisar cámaras y protocolos: “Por regulación ese warehouse debería tener cámaras… espero que la demanda dé a favor [de la familia]”, y Julia Lemus subrayó que “UPS tiene muy asegurados a sus trabajadores y familias”, abriendo el debate sobre coberturas y compensaciones.
También hubo voces que cuestionan la versión inicial. “Mentira de UPS. No fue aplastada por paquetes. Fue por una máquina… ¿por qué estuvo trabajando sola?”, denunció Arturo García, adjudicando la falla a la supervisión; Antonio Carrillo se movió en el terreno de la sospecha —“algo le hicieron en el trabajo… raro que estuviera sola”—, mientras Vero Única aseguró que “no fueron los paquetes” y exigió una investigación real de OSHA.
No faltaron matices: Julio Besu, que dice conocer la operación, defendió que “UPS es una gran compañía con grandes beneficios”, pero apuntó a “personal de gestión que a veces no sigue el procedimiento”. Varias exoperarias aportaron detalles operativos: Miriam Rosario Rodríguez, que trabajó en UPS, recordó que existen “bancos amarillos” y reglas para descargar, pero admitió que “a veces no seguimos las reglas”, y que el acomodo deficiente de bultos pesados en lo alto “forma un desmadre” al moverlos entre facilidades.
Entre los mensajes más repetidos, la exigencia de acción: “Que demanden”, escribió La Jefa, en sintonía con decenas que piden una “demanda millonaria” y que Cal/OSHA intervenga de inmediato.
También emergieron testimonios espejo sobre Amazon y FedEx —cargas superiores a 40–50 libras y turnos en solitario—, como el de Mildia Carrillo Mendoza y Sixto Merlos, que abandonó FedEx “porque es muy peligroso”.
En conjunto, los comentarios perfilan tres ejes para la cobertura: el duelo de una comunidad que se reconoce en la víctima; la necesidad de esclarecer si trabajaba sola y qué protocolos regían dentro del tráiler o del área de carga; y la demanda de transparencia, con preservación de video interno y un parte claro de OSHA y la empresa.
De confirmarse fallas en procedimientos —como trabajar a solas en un entorno de carga activa, ausencia de sistemas de retención de pallets o de “lock-out/tag-out” cuando hay movimiento de mercancías— el caso podría derivar en sanciones administrativas e incluso en demandas civiles por responsabilidad laboral. Por ahora, las autoridades no han divulgado un parte final; se espera que Cal/OSHA y la policía de Richmond emitan actualizaciones tras completar entrevistas, revisión de cámaras y peritajes de los equipos involucrados.
Mientras avanza la investigación, el almacén de UPS en Richmond se mantiene operativo con medidas internas que no han sido detalladas públicamente. Para la familia de Shelma Reyna, sin embargo, la prioridad inmediata es despedirla con dignidad y obtener respuestas claras sobre cómo un turno ordinario terminó en una pérdida irreparable, señala ABC7 San Francisco.





