El regreso de El Micha a Cuba ha dejado de ser solo una decisión personal y artística para convertirse en una controversia que sacude tanto a su familia como a sus seguidores. La chispa se encendió tras sus palabras en el pódcast “Se Pone Weno”, donde aseguró que su decisión de retornar obedece a la necesidad de estar con su “familia de verdad” y escapar de “los palos” que, según él, ha recibido en Miami.
“Voy para Cuba donde la gente lo que te da es cariño, es tu casa. No me voy a quedar en el lugar que me dan palo, palo, palo. Yo soy artista y me debo al pueblo de Cuba. Quiero morirme como un artista”, dijo. Pero la frase que más polémica levantó fue aún más tajante: “El que quiera ver morir a su mamá de lejos, sus tíos, su familia de verdad, que los vea morir de lejos”.
Ese comentario provocó una reacción inmediata en la persona que más conoce el peso de sus decisiones: Ana María Daniel, madre de sus dos hijos y actual expareja. Desde su cuenta de Instagram lanzó un dardo directo al corazón del debate: “Tus hijos no son tu familia entonces”. La respuesta no tardó en viralizarse y abrió una caja de resonancia que multiplicó las críticas contra el artista.
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Los comentarios en apoyo a Ana María se contaron por cientos. Para muchos, la gran ofensa fue que El Micha hablara de “familia de verdad” sin mencionar a sus hijos. En un espacio digital donde la opinión de la gente se amplifica, el gesto se interpretó como abandono y falta de responsabilidad paterna.
“¡Ay, Dios mío! ¡Me dejaste loca! Después de que tanto luchaste para traer a tu familia y luego hasta casa le compraste. Después de que compró cabeza le cogió miedo a los ojos. Ahora su esposa se queda enganchada con todos los bills y sus hijos”, escribió una seguidora indignada. Ana María, lejos de esquivar la confrontación, respondió: “Así mismo”.
Otros mensajes cargaban contra el reguetonero con igual dureza: “Eso que él hizo es de cobarde, la vida le va a pasar factura, ya verás. Tú vas a ganar muchas cosas lindas por ser una guerrera”. Hubo también palabras de solidaridad desde la experiencia: “Bienvenida al mundo de las madres con hijos de padres ausentes. Te van a dar impotencia tantas cosas, pero nunca te bajes y mantén tu dignidad de madre intacta. Tus hijos te reconocerán cada lágrima, te lo aseguro”.
El rechazo no se limitó a un juicio moral. Varias voces interpretaron la movida de El Micha como un fracaso personal y artístico en Estados Unidos. “Lo que le pasó fue que no llegó a donde pensaba que iba a llegar aquí en EE. UU., porque aquí la jugada es más dura, hay mucha competencia y se fue a donde él cree que es rey. La mediocridad es real y muy triste”, opinó un usuario.
Y lo que verdaderamente hierve en el trasfondo es la definición de “familia”. Para quienes siguen de cerca la vida pública de El Micha, resulta incomprensible que alguien que tanto luchó por reunirse con sus hijos ahora hable como si ellos no contaran. “No entiendo cómo una persona que luchó y sufrió, añorando tener a sus hijos al lado, ahora los abandona por no salir adelante y olvidarse del qué dirán. Qué me importa a mí la política ni la gente malhablada, debe importarte el futuro y el bienestar de tus hijos, no las redes y hacer música”, concluyó otra internauta.
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Las palabras de El Micha, que quizás pretendían ser una declaración de amor a sus raíces, terminaron abriendo una herida pública. La controversia lo persigue en un terreno mucho más íntimo que el de las tarimas: el de la paternidad. Ahora queda la incógnita de si sus pasos en Cuba lo acercarán a ese “pueblo” al que dice deberse, o si lo alejarán aún más de los que lo esperan en casa.
