En tiempos donde muchos influencers basan su éxito en tendencias pasajeras, la cubana Milena Sánchez, conocida en redes como Milenita, está demostrando que disciplina y vocación también pueden ser virales. Esta semana celebró con entusiasmo haber obtenido 100 puntos en su primera prueba de enfermería en Miami, un paso que la acerca nuevamente a su sueño de ejercer como doctora.
Aunque en Cuba ya había alcanzado el título de Doctora en Medicina, al emigrar a Estados Unidos decidió empezar desde cero, matriculándose primero en enfermería, carrera que estudia en inglés y con la que busca abrirse camino dentro del sistema de salud estadounidense. “Tengo hasta ganas de llorar”, confesó en un video compartido en Instagram, donde no pudo ocultar la emoción al mostrar la calificación perfecta que recibió en su primer examen.
La reacción de su comunidad virtual no se hizo esperar. Con más de 133 mil seguidores en Instagram y cerca de 4 millones de “me gusta” en TikTok, Milenita recibió una avalancha de mensajes de apoyo y felicitaciones. “La única influencer cubana que estudia”, le escribieron. Para muchos, su logro se convirtió en una inspiración: la prueba de que las metas pueden cumplirse con esfuerzo, incluso en un contexto nuevo y en un idioma distinto.
Milenita alcanzó notoriedad hace apenas unos meses, cuando publicó en TikTok un video cómico junto a su madre en una playa cubana. Aquella chispa de humor bastó para catapultarla a la fama digital, pero pronto mostró que su personalidad iba mucho más allá de la comedia. Reveló entonces su formación académica en medicina, un detalle que sorprendió a sus seguidores, acostumbrados a verla en registros más ligeros y cotidianos.
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Ese contraste entre la espontaneidad de sus contenidos y la rigurosidad de su trayectoria ha consolidado su imagen como una creadora polifacética. No solo estudia y comparte su vida académica, también ha dejado ver otras pasiones: su interés por la cultura japonesa, la facilidad con que se desenvuelve en ese idioma y, más recientemente, su talento para el canto.
Un ejemplo fue cuando se grabó interpretando “Hoy lo vi pasar”, tema inmortalizado por Rocío Dúrcal. Lo que empezó como un momento improvisado desde el asiento de su carro terminó por impresionar a quienes no esperaban descubrir también en ella un registro artístico tan afinado.
