Haydée Milanés y La Diosa: dos voces que desde dentro de Cuba denunciaron el abuso sistemático del régimen hacia los cubanos, en sus múltiples maneras y expresiones.
Una canción, dos voces poderosas y una ovación imparable. Así se vivió el momento más emotivo del reciente concierto de La Diosa en Miami, cuando la cantante cubana unió su voz a la de Haydée Milanés para interpretar el clásico de Pablo Milanés “El breve espacio en que no estás”. El homenaje al cantautor fallecido no solo conmovió al público, sino que se convirtió en un símbolo de reconciliación artística, solidaridad femenina y lucha contra la censura.
La interpretación ha recibido cientos de comentarios elogiosos y viralizado entre los seguidores de ambas.
Sin embargo, fue fuera del escenario donde se selló la complicidad: Haydée Milanés publicó un mensaje en redes donde agradeció a La Diosa por la invitación y celebró su éxito como una victoria frente a la represión. La cantante publicó tres fotos del momento en los ensayos, y expresó:
“Celebro tu éxito, que significa mucho, porque es la lucha de una mujer, una artista contra el castigo de la censura más cruel”, escribió. “Gracias por el homenaje a la música de mi padre (…)”.
Y selló con un sincero y contundente mensaje:
“Espero lo podamos hacer muy pronto en una Cuba libre para todos”.
La Diosa, por su parte, se mostró visiblemente emocionada en sus propias plataformas.
“¡Qué momento más hermoso! El público mágico, todo. Gracias”, dijo, acompañando su publicación con el video del dúo en vivo.
En la grabación, ambas artistas se funden en una interpretación conmovedora que mezcla sutileza, emoción y fuerza. Las reacciones del público no se hicieron esperar: “Ese dúo de ustedes fue algo mágico”, escribió una fanática; “Debieron haber tenido al público erizado desde el principio hasta el final”, añadió otra.
Los comentarios abundaron no solo en elogios, sino también en mensajes de esperanza. Algunos hicieron énfasis en el poder transformador de la música, otros resaltaron el contraste entre la trayectoria controversial de La Diosa y su actual etapa más madura, alejada de la vulgaridad que muchos le criticaban en el pasado.
“Hoy reconozco tu voz y talento, gracias por dejar en alto lo que significa ser cubano”, escribió una usuaria.
En un contexto donde la censura y la polarización siguen marcando el arte cubano, el encuentro entre La Diosa y Haydée Milanés —una figura vinculada a la trova y otra al mundo popular más urbano— se convirtió en un acto de reconciliación musical. Ambas se rindieron homenaje mutuo, pero sobre todo, le rindieron homenaje a la libertad.
Ambas tienen algo en común: y es que, mientras algunos esperan años para despertar y esperan a ver desde dónde vienen los tiros para ver dónde tienen que apuntar con su escopeta, y se apuran en ajustar sus velas en la dirección en la que sopla el viento, otras voces, como las de Haydée y La Diosa, no esperan. Desde dentro de Cuba, ambas alzaron su voz por la represión, la censura, el abuso, la opresión a la mujer; motivos estos que provocaron que el régimen, a ambas, les silenciara sus carreras.
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