Bajo el sol cálido del Caribe y el murmullo constante del mar, tres generaciones de una de las familias más emblemáticas del arte cubano se fundieron en un abrazo que muchos llevaban tiempo esperando. Las actrices Coralita Veloz, Tahimí Alvariño y María Karla Rivero (Maka) protagonizaron un emotivo reencuentro en Punta Cana que fue mucho más que un viaje familiar: fue una celebración del amor y la resistencia de los afectos frente a la distancia.
El encuentro, que tuvo lugar en un hotel de la ciudad dominicana, reunió a las actrices luego de un largo periodo marcado por separaciones geográficas. Tahimí, aún residente en Cuba, llegó acompañada de sus dos hijos, mientras que Coralita y María Karla arribaron desde Miami junto a otros miembros de la familia. La escena del abrazo, capturada en un video difundido en Instagram, conmovió a cientos de seguidores que conocen bien la historia de estas mujeres profundamente conectadas con el teatro y la televisión cubana.
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Las imágenes hablan por sí solas: lágrimas, risas y un silencio de esos que solo se rompen con un beso de madre o una mirada cómplice entre hermanas. Aunque el mundo las haya dispersado, la familia Veloz-Alvariño ha demostrado que la raíz -cuando es firme- florece en cualquier parte del mundo.
No es la primera vez que los nombres de Coralita, Tahimí y María Karla aparecen juntos en los titulares. Cada una ha forjado su camino en el arte con identidad propia, pero siempre bajo el mismo sello de sensibilidad y profesionalismo que les ha ganado el respeto del público cubano tanto en la isla como en la diáspora. Lo que sí resulta infrecuente es verlas compartir un mismo plano fuera de los escenarios, en un ambiente de total intimidad y calidez, como el que se vivió este fin de semana en Punta Cana.
La publicación del video en redes sociales desató una oleada de cariño. Decenas de mensajes aplauden el valor de reencontrarse, de priorizar el amor familiar por encima de las distancias políticas o los compromisos laborales. Para muchas personas, este gesto fue un recordatorio de lo que realmente importa: volver al origen, al abrazo que espera, al rostro que se extraña.
“Aquí me tienen llorando sin parar”; “¡¡Qué belleza, por Dios!!! ¡Estoy emocionada!!”; “Qué manera de emocionarme con este video, qué feliz soy de verlos felices”; “Esos son abrazos que llenan el corazón”, se lee entre los miles de comentarios que dejaron los usuarios al pie del video en Instagram.
