El ciudadano cubano Julio César Duque de Estrada Ferrer, de 55 años, puede ser condenado a prisión cinco años y seis mes por grabar una cola en Santiago de Cuba para comprar gas licuado.
Julio César fue arrestado el 5 de septiembre de 2024 cuando filmaba con el móvil una larga cola para adquirir el fas pero un oficial de la Seguridad del Estado le arrebató el teléfono, sin embargo la fiscalia señala que el fue el agresor y golpeó al oficial.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), dijo que el caso es una muestra del uso del aparato represivo del Estado para castigar la documentación ciudadana de la realidad social.
De acuerdo a Cibercuba la versión de la Fiscalía, plasmada en el expediente al que tuvo acceso OCDH, sostiene que el imputado se negó a guardar el teléfono, fue conducido a un mercado cercano y allí intentó grabar nuevamente.
El oficial Mario Raciel Soulary Garcés exigió entonces su carnet de identidad. Mientras revisaba los datos, Duque de Estrada supuestamente aprovechó un descuido para propinarle una bofetada, lo que habría desatado un forcejeo que terminó con su arresto y posterior envío al penal de Aguadores, añadió la publicación.
El detenido se enfrenta a a una condena de un año por desobediencia, cuatro por atentado y diez meses por resistencia de cumplirse la sentencia que pide la fiscalía. Igualmente le exigen que se le impida salir del país y se le eliminen sus derechos civiles y políticos.
El OCDH señaló que «el régimen cubano está más preocupado por ocultar la grave crisis que por solucionar los problemas de la gente” al tiempo que exigió una revisión del caso.
Julio César es padre de uno de los manifestantes que sufren prisión por participar en las protestas de julio de 2021 y denuncia con frecuencia las políticas vejatorias del gobierno.





