Dicen que donde hubo fuego, siempre quedan cenizas… pero en el caso de Sachy Sánchez y La Diosa, lo que quedó fue puro carbón. La amistad entre estas dos figuras de la farándula cubana, que hace solo meses parecía indestructible, ha estallado en mil pedazos y el drama se ha desatado, ¡como novela turca en su capítulo final!
Todo comenzó cuando Sachy, visiblemente afectada, rompió el silencio en una directa por Instagram. Con la seguridad de quien ya no tiene nada que perder, lanzó una bomba que nadie vio venir: “Diosa, te voy a pedir un favorcito… no me mandes más mensajes”. Pero no se quedó ahí, porque la influencer -esposa del también popular Un Martí To Durako y presentadora del show Farándula 305- no tuvo reparos en tildar a su ahora examiga de “descarada”.
El detonante habría sido un conflicto con el controversial youtuber Alexander Otaola. Al parecer, Otaola se refirió de forma despectiva al hijo de Sachy, y aunque uno pensaría que La Diosa -tan maternal como temperamental- saldría a defenderla, hizo exactamente lo contrario: ¡siguió llamando “padrino” al polémico influencer! Y ahí fue cuando Sachy dijo “basta”.
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En su descargo emocional, Sachy fue clara: “No tengo nada que hablar con una mujer que es tan descarada que, después de que barren el piso contigo y hablan mal de tus hijos, eres capaz de llamarle a esa persona ‘padrino’”.
Pero si pensaban que La Diosa se quedaría callada, es que no la conocen. La intérprete, con esa mezcla de ironía y desparpajo que la caracteriza, no tardó en responder desde los comentarios: “A esto es lo que yo le llamo hambre”, sugiriendo que todo este escándalo es apenas una estrategia de Sachy para ganar vistas y seguidores.
Esta historia ya venía cocinándose desde abril, cuando el tema del Cadillac de la discordia empezó a circular como chisme caliente. Fue ahí cuando La Diosa, molesta por unas declaraciones de Sachy y su esposo sobre una demanda de impago del vehículo, soltó lo que llevaba por dentro: “Jodieron la amistad y mandaron todo al carajo”.
La relación entre ambas, que un día estuvo llena de cariño público, selfies cómplices y risas en eventos, ahora está rota sin vuelta atrás. La Diosa, quien se ha ganado tanto fans como detractores por su carácter explosivo, parece sentirse traicionada. Y Sachy, que se ha hecho un nombre por su autenticidad y franqueza en redes, no piensa retroceder ni un paso. “No soporto la falsedad”, sentenció.
