En medio de una crisis energética, no pocos cubanos han reaccionado sorprendidos a la adquisición de un triciclo eléctrico como carro fúnebre por parte de la Dirección de Servicios Comunales de Sagua la Grande, Villa Clara.
“Carro fúnebre a tono con las necesidades de ahorro de combustible que el país reclama”, informó en Facebook la periodista local René Morales Muñoz, de Radio Sagua, sobre el nuevo vehículo “que funciona con baterías”, pero que, de acuerdo con muchos internautas, no solucionará el déficit de transportación funeraria, debido a la escasez de combustible y los prolongados apagones.
A tenor con la comunicadora oficialista, “la nueva carroza fúnebre es un triciclo eléctrico con todo el confort necesario para brindar un servicio de calidad”, algo que a todas luces pareció una burla, visto que “¿qué confort necesitará el que va ahí?”.

“¿Con qué corriente se va a cargar?”, “¿Con qué corriente se va a cargar?”, y “¿Le acoplarán paneles solares?”, se preguntaron sobre una práctica que se ha extendido ya a varias provincias de la isla.
“Mi Dios, dame fuerzas para soportar tanto. ¿Y por qué Sagua la Grande, mi pueblo natal, saliendo con estas cosas? Cuando creí haberlo visto todo… ¿Y con qué corriente si ahí lo que hay son alumbrones? Uff, ironías de la vida… En fin, mi pueblo avanza y eso les duele”, opinó una villareña.
“¿Y por qué no usan carrozas? ¿Con caballos negros con penachos? Sería ecológico, ahorrativo y hasta atractivo turístico”; y “Si seguimos así, los muertos se van a ir a pie para el cementerio y van a esperar a los familiares y amigos allá. ¿Y si se queda sin carga en medio del camino?”, comentaron.
“Lamentablemente en este país pasas trabajo para vivir y también para morir, pues ya ni carros para traslado, ni fosas. Y ese lugar sagrado no es digno para dar sepultura a nuestros difuntos”, concluyó otro usuario.
Por otro lado, una cubana aseguró que “más vale” un triciclo eléctrico que “la falta de respeto de llevar a los difuntos en un camión de caña o de la Empresa Eléctrica con escalera”.
Para nadie es un secreto la crisis que atraviesan los servicios necrológicos en Cuba. En septiembre pasado fue noticia que un grupo de personas de la provincia de Mayabeque se vio obligado a trasladar un ataúd a pie durante dos kilómetros hasta el cementerio, debido a la falta de transporte adecuado para el traslado del difunto.
Poco antes, los féretros de dos personas fallecidas fueron transportados en un camión de volteo en la ciudad de Palma Soriano, en Santiago de Cuba.





