En medio de la mayor crisis de la historia en Cuba, el gobierno encabezado por el mandatario Miguel Mario Díaz-Canel ha propuesto reiteradamente a los cubanos echar mano a la inventiva – a pesar de que no hay ni siquiera de dónde inventar – y ha llamado a la puesta en escena «Resistencia Creativa».
Dicho de otra manera: les ha propuesto a los cubanos resistir y a la vez crear, aunque hasta el propio Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz dijo durante su intervención este lunes en una reunión del Consejo de Ministros que fue presidida por el gobernante Miguel Díaz-Canel, que hay que estar claros «que no tenemos más, y que tenemos que ver cómo explotamos todas las potencialidades territoriales y la necesidad de revisar los métodos y estilos de trabajo”.
Apelaba el funcionario a que, a pesar de la crítica situación socioeconómica, los isleños echaran mano a todo el arsenal posible de improvisación, mientras con eufemismos pedía explotar “todas las potencialidades territoriales”.
Pues bien, a Manuel Marrero parecen haberle hecho caso.
La escasez de recursos por la que atraviesa al país es tan notoria – sobre todo con el combustible y con los medios de transporte – que la inventiva cubana (oh, resitencia creativa) nos ha «regalado» un artefacto hasta ahora impensable: el triciclo fúnebre.
El invento se materializó en Santa Clara, Villa Clara, donde mecánicos lograron adaptar un triciclo eléctrico para ser utilizado como vehículo fúnebre en la ciudad.
Las imágenes del triciclo modificado han circulado en redes sociales, generando diversas reacciones entre los cubanos. Mientras algunos ven esta adaptación como una muestra de la creatividad cubana (oh, resistencia creativa) ante la adversidad, otros la consideran un acto irrespetuoso y una muestra más de las distinciones que hace el gobierno entre la población general y sus allegados.
Las preocupaciones prácticas también han surgido, como la disponibilidad de energía eléctrica para cargar el triciclo en medio de los frecuentes apagones en la isla.
No menos «innovadora» resulta la propuesta hecha desde las páginas del diario oficialista Periodico26, de Las Tunas, donde se le ha propuesto a la población, ante la profunda escasez de alimentos en Cuba, que se consideren «alternativas alimenticias no convencionales,» como parte de lo que Díaz-Canel llamaría «Resistencia Creativa».
Estas «alternativas alimenticias no convencionales,» incluyen la flora como los corojos, la flor de Jamaica, la caña fístula y varios tipos de cactus. Estas especies, según el medio, podrían ayudar a mejorar la nutrición y economía de muchas familias.

En una parte del texto se puede leer la propuesta del consumo de “el tomate de árbol, con el que se hace un excelente puré para sazonar los alimentos, y la caña fístula, cuyas vainas se convierten en una bebida muy nutritiva, rica en vitaminas. En varios sitios hay frondosos almendros y con su pepita se hacen dulces, ensaladas y batidos. También hay corojos, difíciles de procesar, pero muy sabrosos. Y cerca de los cauces de agua y en los caminos rurales aparece la guinda o tamarindo chino”.
Sin embargo, esta propuesta, al igual que el triciclo fúnebre, ha sido recibida con escepticismo y desaprobación por parte de la población, considerándola una burla en medio de la crisis alimentaria que vive el país.
Estas noticias reflejan la situación actual en Cuba, donde la población busca soluciones creativas ante las adversidades, mientras enfrenta desafíos cotidianos y una economía en crisis, pero a veces las soluciones parecen no ser impulsadas por el ingenio, sino por el ingenioso diablo que, como bien sabemos y dice el refrán, está en todas partes.
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