La empresa Apacargo Express, con sede en Miami, recibió la autorización del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para exportar autos, camiones, tractores y equipos agrícolas a Cuba, informaron medios estadounidenses.
De acuerdo con un informe del periodista de Univision 23, Mario Vallejo, la licencia se ha otorgado con la condición de que los beneficiarios sean representantes del sector privado y no funcionarios del gobierno cubano.
Las primeras licencias permitirán el envío de varios tipos de vehículos, cuyo valor combinado no supera los cuatro millones de dólares.
«Esta licencia, que es por diez millones de dólares, incluye autos usados, nuevos, remolques, tractores y todo el equipo agrícola», declaró el gerente general de Apacargo Express, Eduardo Aparicio.
El empresario explicó que uno de esos autos podrá costarle a los emprendedores cubanos un promedio de 20 mil dólares, más unos 6.000 dólares más en impuestos y cerca de 10 mil por concepto de costos relacionados con logística y documentación.
Apacargo Express mantiene negocios con Cuba desde hace más de una década y llegó a convertirse en el primer exportador de equipos médicos de Estados Unidos para la estatal Medicuba, según diversos reportes de medios oficiales de la isla
Durante el deshielo de las relaciones entre ambos países, la empresa de Aparicio también recibió licencias de las autoridades estadounidenses para suministrar productos a los trabajadores por cuenta propia en la isla.
El Encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en La Habana, Benjamin Ziff, dijo en una entrevista reciente que la Administración Biden estaba buscando formas de aliviar la carga de las sanciones de EE.UU. sobre las empresas privadas, pero de una manera que no beneficiara al gobierno cubano.
«Estamos trabajando en ello. No sé si es algo que hemos logrado completamente todavía, pero ciertamente es algo que estamos tratando de hacer», dijo Ziff.
«Queremos una Cuba democrática, libre y próspera. La parte próspera depende mucho del sector privado», expresó el diplomático.
Asimismo, afirmó “el mayor impedimento para hacer negocios en Cuba es el gobierno cubano», con sus regulaciones que tienen como resultado la falta de un ecosistema libre y la poca autonomía de los cubanos para tomar decisiones económicas.
Consideró que las reformas aprobadas por el gobierno de la isla respecto a la ampliación del sector privado y la creación de mipymes “son una curita en una herida mucho más grande».
