La pasada semana el cubano-polaco Wilfredo León cumplió 32 años dos días antes de proclamarse por segunda vez campeón de la Liga de Naciones de Voleibol.
«Nació pequeño. (…) Pesaba un poco más de dos kilogramos y cabía en una caja de zapatos talla siete. ¿Quién hubiera pensado entonces que algún día mediría dos metros de altura y se convertiría en un jugador de voleibol de clase mundial?», recuerdan sus padres Alina Venero Boza y Wilfredo León Hechavarría.
La revelación la hizo la prensa polaca en momentos en que León, entre los mejores jugadores del mundo, es uno de los deportistas más famosos en su nueva patria europea.
«Cuando la Unión Soviética colapsó, una crisis económica hizo estragos en nuestro país. Sin comida y combustible, que nos proporcionaron los soviéticos, fue muy, muy malo. Había escasez de todo: comida, ropa, zapatos, productos de limpieza… Las enfermedades se estaban propagando», relataron los padres de Wilfredo al diario FAKT, un período extremadamente difícil, cuando incluso conseguir pañales regulares era un desafío, y mucho menos lavarlos debido a la escasez de agua, cita la publicación.
Aunque el periódico no alude a la actualidad, es necesario aclarar que hoy Cuba vive una situación peor en todos los órdenes al momento en que nació León en Santiago de Cuba el 31 de julio de 1993 .
Madre y padre se enteraron rápidamente de que Wilfredo estaba creciendo rápidamente y así superaba a los niños del vecindario, tenía brazos y piernas largos y demostró estar muy en forma. Esto complació a sus progenitores que también estaban involucrados en deportes. Alina entrenó voleibol en su juventud, ganó la medalla de plata de los campeonatos cubanos como junior. Wilfredo padre fue tres veces campeón cubano de lucha juvenil, más tarde trabajó como entrenador de este deporte, recordó el medio.
La elección del voleibol fue determinada por un encuentro casual con el ex entrenador de Alina, quien inmediatamente señaló que el niño de seis años era muy alto para su edad y lo invitó a clases. El padre consideraba enviarlo a la lona de lucha libre, pero por suerte desistió.
Wilfredo se unió al club Capitalinos en La Habana, al que representó durante cinco años. Con solo 13 años, fue convocado al equipo nacional para el campeonato mundial juvenil. León debutó en la selección absoluta de Cuba el 24 de mayo de 2008 durante la Liga Mundial, con menos de 15 años. Unos meses más tarde, se convirtió en el capitán del equipo. A los 17 años comenzó a jugar para los Orientales de Santiago , su ciudad natal,después de ganar la medalla de bronce de la Liga Mundial en 2012.
Con Cuba además ganó dos campeonatos NORCECA en 2009 y 2011, el subcampeonato del mundo en 2010 y una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2011.
Luego decidíó demarcarse del sistema deportivo cubano y dejó su isla natal. Jugó en el Zenit Kazan, donde rápidamente se convirtió en un jugador clave, y llevó al equipo a cuatro victorias en la Liga de Campeones (2015-2018) y ganó medallas en el Mundial de Clubes y la Copa de Rusia. Después de la temporada 2017/2018, se mudó a Sir Safety Perugia, en Italia.
Durante la final de la Liga Mundial de 2011 en el Ergo Arena de Gdańsk, el cubano conoció a su futura esposa, Małgorzata, que trabajaba como periodista. En 2016 se casaron y tienen tres hijos. En 2015 adquirió la ciudadanía polaca y en 2019, después de un período de gracia de cuatro años y siete años desde su última aparición en la selección cubana, debutó con los colores de Polonia. Sucedió el 27 de julio de 2019 durante un partido amistoso contra Holanda, ganado 4:0.
Hace un año fue pieza clave en la medalla de plata de Polonia en los Juegos Olímpicos de París, selección con la que ha conseguido el bronce europeo y la plata de la Copa del Mundo en 2019, y dos oro (2023 y 2025), plata y bronce en la Liga de las Naciones.
A fines del mes pasado luego que Cuba clasificó por primera vez a la final de la Liga de Naciones, en China, León le garantizó a los cubanos, junto al apoyo de socios polacos, transporte, alimentación, alojamiento en un hotel y un gimnasio por varios días antes de su salida hacia Beijing. Los isleños habían clasificado sorpresivamente tras una victoria clave sobre Polonia, con León en la alineación, en Gdansk, a la que no vencían desde 2010.
Antes de este encuentro León había respondido cuestionamientos de la prensa: «Tal partido no es un problema para mí. Respeto a mis antiguos compañeros de la selección cubana, pero soy polaco y mi camiseta lo dice todo: juego para la selección polaca y eso es todo. Como dice el entrenador, el trabajo debe hacerse».
En junio del año pasado León fue determinante en el triunfo de Polonia sobre Cuba y en poco más de una hora acabó definitivamente con el sueño olímpico de la tropa del veterano habanero Robertlandy Simón. León estuvo impresionante con sus remates. Se destaparon diversos comentarios en la Isla, y también bromas de que León podría ser declarado «persona non grata» en Santiago de Cuba..
