En días pasados se conoció la terrible noticia del asesinato de diez personas a manos de un anciano asesino de 72 años en California, que rifle en mano entró a un salón de baile, disparó, y dio muerte a cinco hombres y cinco mujeres.
Se supo que, si ese día no ocurrieron más muertes fue porque «alguien» desarmó al anciano asesino cuando este, luego de ejecutar la primera matanza, pretendía entrar a otro salón de baile de California a repetir el tiroteo.
Los medios dijeron que «un joven» lo había desarmado, pero no se divulgó su nombre, ni una foto ni nada. Ahora, ha salido a la luz un video donde se muestra al joven, que como todo un héroe, arriesgó su vida para salvar la de muchas otras personas.
El video, claramente, se ha vuelto viral.
No hay dudas de que la actitud de este joven héroe enfrentando al pistolero Huu Can Tran, ayudó a evitar una tragedia mayor.
Todo sucedió el pasado sábado por la noche. La festividad en el Lai Lai Ballroom & Studio, estaba a punto de concluir. Según The New York Times solo quedaban tres personas en la pista de baile.
Brandon Tsay, el joven de 26 años que a la postre se convirtió en un héroe, dice que se encontraba en una oficina, junto al vestíbulo, cuando oyó que las puertas delanteras se cerraban. Dice que también escuchó un extraño ruido metálico.
Cuando se volteó, pudo ver a un hombre con una pistola de asalto semiautomática apuntándolo.
“Me miraba y miraba a su alrededor, sin ocultar que estaba tratando de hacer daño. Sus ojos eran amenazantes”, recordó Tsay sentado en la casa de su familia en San Marino el domingo, a dónde fue a entrevistarlo el medio.
«(…) Supe que no era para robar dinero”, dijo Tsay sobre el arma. “Por su lenguaje corporal, su expresión facial, sus ojos, estaba buscando personas”.
La entrevista ocurrió menos de 24 horas después de que se convirtiera en un héroe. Su nombre ya se había divulgado, pero las imágenes de su valiente actuación no.
Tsay desconocía que este anciano en aparencia inocente debido a su edad, pero muy peligroso y con un arma en la mano, acababa de matar a 10 personas y herido a otras tantas en un salón de baile distante a veinte minutos en auto de allí. Apenas unas dos millas.
Tsay no había leído Twitter. No había visto las noticias de California, sin embargo, reconoció que este hombre estaba a punto de convertirse en un asesino, capaz de cometer un tiroteo masivo.
Y decidió ponerse en acción.
Pudo haberse escondido, gritar, avisarle a los demás pero no; decidió hacer algo mejor. Decidió enfrentarse al pistolero. Se acercó a él y luego de un breve forcejeo lo desarmó.
Los funcionarios de la ciudad han elogiado su actuar y lo llaman héroe.
El alguacil Robert Luna del condado de Los Ángeles dijo en una rueda de prensa el domingo por la tarde que “dos miembros de la comunidad” habían desarmado al pistolero en el salón de baile Alhambra, aunque las imágenes demuestran que todo el crédito debería ser para Tsay.
Fue él solo quien luchó contra el atacante por el control del arma y se la arrebató. Nadie más lo ayudó.
“Fue solo mi hijo. Podría haber muerto”, dijo su padre, Tom Tsay, quien dijo estar orgulloso de su hijo por la valentía que mostró. “Tiene suerte, alguien lo estaba cuidando”.
En las imáges se aprecia claramente la lucha.
Eran las 10:35 p.m. Tsay dice que nunca antes había visto un arma real, pero se dio cuenta de que era un arma mortal, dijo.
“Mi corazón se hundió, sabía que iba a morir”, dijo.
Sin embargo, se sobrepuso al miedo. Se abalanzó sobre el anciano asesino, agarró el arma por el cañón y comenzó a luchar con el pistolero por el control de la misma.
“Ese momento, fue un instinto primario”, dijo. “Algo pasó allí. No sé qué me pasó”.
La lucha por el arma duró un minuto y media. Cuando Tsay tuvo el control de la misma, apuntó al anciano y le gritó:
“Vete, lárgate de aquí”, recordó.
Luego, llamó a la policía de California y ayudó en la investigación y captura del asesino, quien se suicidó cuando se vio rodeado por los autos del team Swat.
Todos dicen que Tsay es un héroe. Y lo es, aunque él diga que es solo un programador de computadoras.
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