Lester Zayas, sacerdote dominico, crítico del régimen cubano, denunció el ataque como una posible represalia por expresar “el sentir común”.
El hecho sin dudas tiene toda la pinta de ser una represalia política.
En la madrugada del lunes, tras una prolongada noche de apagón en el barrio habanero del Vedado, el padre Lester Rafael Zayas Díaz, fraile dominico y párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, amaneció con una amarga sorpresa: el automóvil de su comunidad había sido brutalmente vandalizado justo frente al convento.
A través de un post en Facebook, el propio sacerdote relató el hecho con evidente dolor y desconcierto.
“¿Es cierto que las casualidades existen, pero sucede siempre igual?”, se preguntó. Y añadió una reflexión que deja poco margen a las dudas: “La miseria sigue en aumento y trae como consecuencia actos vandálicos movidos por la necesidad de conseguir lo indispensable para vivir. O al menos eso quiero creer. De lo contrario podría pensar que es una forma de venganza contra algunos por expresar el sentir común”.
El auto, que aparece con vidrios rotos y señales de intento de robo o sabotaje, estaba estacionado en un punto visible, lo cual genera más sospechas sobre la motivación detrás del ataque.
El padre Lester es una de las voces más claras y firmes dentro del catolicismo cubano en cuanto a la crítica social y la defensa de los derechos humanos. Ha denunciado abiertamente la desesperanza del pueblo cubano, el deterioro moral y material de la sociedad, y ha cuestionado el silencio institucional ante tanto dolor.
Numerosos usuarios en redes sociales, entre ellos el periodista Mario J. Pentón, se solidarizaron con el sacerdote. “Sabemos que este padre es una espina en la garganta del monstruo castrista”, escribió Pentón en su perfil de Facebook, donde publicó también capturas del vehículo dañado. “No fue un ladrón, eso fue mandado”, opinó una internauta. “Es la Seguridad del Estado intentando intimidar a quien los desafía desde el púlpito”, sentenció otra.
Para muchos, no es la primera vez que el padre Zayas sufre ataques o vigilancia. En 2022, según reportes de Martí Noticias, seminaristas vinculados a su parroquia fueron interrogados por la policía política, interesada especialmente en su figura. Además, ha sido blanco de campañas de descrédito y ha denunciado anteriormente robos y actos vandálicos en su iglesia.
El hecho ha provocado una avalancha de comentarios indignados y mensajes de apoyo en redes. “Cobardes que trabajan en la sombra”, “Eso es bajeza de un cobarde”, “La dictadura no respeta ni a Dios ni a sus siervos”, fueron algunas de las expresiones más repetidas. Otros, como la usuaria Inés Casal, fueron categóricos: “Por supuesto que sabemos quiénes fueron. Le tienen terror, Padre”.
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