El hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor se ha convertido en una preocupación creciente en Cuba, afectando tanto a la economía nacional como a la seguridad alimentaria de la población. Este fenómeno, conocido también como abigeato, ha experimentado un aumento significativo en los últimos años, con provincias como Las Tunas y Sancti Spíritus registrando cifras alarmantes de animales robados y sacrificados ilegalmente.
Precisamente en Sancti Spíritus tuvo lugar recientemente un caso relacionado con el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, cuando el Tribunal Provincial Popular de Sancti Spíritus dictó sentencia condenatoria contra los autores implicados en la causa No. 67 del 2025. El autor principal fue condenado a seis años de privación de libertad por su responsabilidad en el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, mientras que el segundo acusado recibió una pena de cuatro años por su participación en el tráfico de las carnes obtenidas ilegalmente, según reseña el diario oficialista Escambray.
Simultáneamente, en la provincia de Holguín, otro juicio ejemplarizante resultó en una condena aún más severa: ocho años de prisión para un ciudadano acusado de los mismos delitos.
Según el semanario provincial Ahora, este caso, al igual que el de S.Spíritus, se enmarca dentro del Tercer Ejercicio Nacional de prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción, las drogas y las ilegalidades, una campaña que busca reforzar la legalidad y el orden en el país.
Las acciones judiciales, señalan ambos rotativos, reflejan «el compromiso del sistema de justicia cubano en la lucha contra el sacrificio y hurto del ganado mayor.
Aunque las recientes condenas en Sancti Spíritus y Holguín demuestran una respuesta «firme» del sistema judicial cubano frente al hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, la demanda entre la población por este producto está tan ampliamente extendida que hasta el mismísimo Amaury Pérez, el cantautor cubano hijo de Consuelito Vidal, reconoció en una «deliciosa» crónica publicada este sábado en su página de Facebook que, tanto a él como a su madre, les encantaba «Amarista», una palabra en clave usada por ellos y el que les vendía la carne, y que es el nombre de una vaca propiedad de un personaje de ficción en una telenovela brasileña muy popular en Cuba en los años 90´.
Este hecho ilustra que la demanda existe, siempre, y que a pesar de ser sancionada, hasta los más devotos de Fidel Castro – como lo fue Amaury – son fanáticos a la roja.
Pero de este otro asunto, escribiremos en otro momento.
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