Según reportes preliminares, el sospechoso actuó en solitario y llegó al establecimiento haciéndose pasar por cliente. Una vez dentro, presuntamente amenazó a la empleada con un arma de fuego y la obligó a abrir la bodega, de donde sustrajo los equipos de telefonía móvil. El individuo encerró a la dependienta en el depósito y se dio a la fuga con una bolsa grande de flores, donde llevaba los teléfonos robados.
Los expertos en seguridad alegan que el "robo de jugo" ha sido un problema conocido durante aproximadamente cinco años y que los atacantes podrían potencialmente borrar cuentas bancarias o cargar tarjetas de crédito. Sin embargo, la probabilidad de que esto suceda es relativamente baja y la mayoría de las personas probablemente estén a salvo.
La estatal Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica (Gedeme) anunció la salida al mercado del primer teléfono móvil producido en...