Nueva Gerona despide a Lían con la conmoción propia de una pérdida absurda. La comunidad que se unió para pedir por su recuperación hoy acompaña a los suyos en el duelo, y vuelve a exigir que tragedias como esta no se repitan: ni por silencio institucional, ni por carencias médicas, ni por la falta de una red de protección que ponga la vida —y la de los más pequeños— por delante de cualquier otra prioridad.
La familia pide oraciones por la pronta recuperación del niño, identificado por allegados como Lían, que “estaba por cumplir dos años” y permanece en terapia intensiva.
Este caso de Nueva Gerona, contado primero desde la desesperación y luego multiplicado por el país entero, es más que una noticia trágica. Es la radiografía de un Estado que dejó que la salud mental fuese terreno de la fe y la suerte.
El post, mezcla de declaración directa y anuncio clasificado con requisitos, hizo estallar los comentarios. Algunos se preguntaban si la autora buscaba pareja, albañil o inversionista. Otros aplaudieron su franqueza: “Más clara no puedes ser”, le escribieron. La frase “estoy en construcción” se convirtió en el nuevo meme local, con referencias al precio del cemento, la escasez de bloques y bromas sobre que “Bob el Constructor” sería el candidato ideal.
En el surrealista Macondo cubano de todos los días, encontrar aceite para cocinar ya es casi una epopeya. Pero lo que le ocurrió a un vecino de La Fe, en la Isla de la Juventud, no tiene desperdicio: encontró el aceite, tenía el dinero… pero no pudo comprarlo.
Con toda la naturalidad de este mundo, la joven cubana Marlys Ruiz mostró recientemente cómo estar en una silla de ruedas no le impide asistir a diario a la universidad.