Estos casos han puesto de manifiesto la frustración y el descontento de los cubanos exiliados, quienes sienten que la justicia y la seguridad están en riesgo si se permite la entrada a aquellos que han sido parte del aparato represivo del régimen.
Según informes, los trabajadores en los talleres ferroviarios de Morón se enfrentan a numerosos desafíos y carencias de recursos; para colmo de males ya no reciben beneficios como comidas, estipendios para adquirir alimentos, equipos de protección personal o pagos oportunos.