El incidente se desencadenó por una discusión que escaló a violencia cuando las víctimas, al regresar a su automóvil después del concierto, encontraron los vidrios rotos y confrontaron al sospechoso, Cristian Aroldo Heinemann Aguirre, de 33 años, quien supuestamente debía cuidar el vehículo. La situación empeoró hasta que Heinemann disparó, hiriendo mortalmente a las tres personas.
El suceso ha puesto de relieve la importancia de la seguridad en eventos masivos y ha generado un debate sobre las medidas necesarias para prevenir actos de violencia en el futuro.
La celebración de los 50 años de Irakere en Miami no solo fue un tributo a la innovación y el legado de la banda, sino también una muestra de la riqueza y diversidad de la cultura cubana.