Los problemas de impago a artistas cubanos en la Cayería Norte, específicamente en los hoteles de Gaviota y Meliá, fue abordado recientemente por el diario independiente cubano 14ymedio. Según los testimonios brindados al medio por varios músicos y bailarines, los pagos acordados con ellos están retrasados y algunos artistas llevan más de dos meses sin recibir su salario.
Se ha informado que los responsables teóricos de proteger a los artistas son la filial provincial de la Empresa de la Música y la compañía Tour Arte, pero en realidad, forman parte del «mecanismo de explotación» en contubernio con los hoteles. Un mecanismo que ha sido denunciado ya con anterioridad.
No, no es la primera vez que esto sucede «en los cayos», donde centenares de artistas trabajan para turistas que pagan en dólares, y luego pasan días y días, y no ven un centavo.
En esta ocasión, dice 14ymedio, los artistas se sienten indefensos y no saben a qué instancia dirigirse para presentar una queja por los impagos. Por si fuera poco, además, se les advierte que no deben exponer la situación en las redes sociales.
El medio menciona que los problemas de impago afectan no solo a músicos, sino también a animadores de espectáculos, magos y entrenadores deportivos. Los artistas tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas, como alimentos y medicinas, ya que deben comprarlos por su cuenta antes de viajar a la Cayería Norte. Algunos artistas también mencionan la falta de apoyo logístico y condiciones precarias en las que trabajan, como la falta de alimentación adecuada durante sus presentaciones.
Resulta interesante el hecho de que esta denuncia tenga lugar en Cayo Santa María, y que involucre a artistas cubanos. Como se conoce, las autoridades cubanas han destinado bastante presupuesto para un exclusivo espectáculo en la Cayería Norte este verano, el Santa Maria Music Fest. Un evento que – dice 14ymedio – está amenazado por la deserción de varios artistas internacionales, lo cual recuerda a la situación ocurrida en el Festival San Remo Music Awards en 2022.
Esta situación plantea interrogantes sobre la gestión de la cultura en el turismo en Cuba y la nula prioridad que se le da a los artistas locales.
A pesar de la importancia de la cultura cubana como atractivo turístico y captadora de divisas para el país, los artistas cubanos enfrentan dificultades para recibir un pago justo y condiciones de trabajo adecuadas. La falta de transparencia en la distribución de los ingresos y la falta de apoyo por parte de las instituciones encargadas de proteger a los artistas agravan la situación, concluye diciendo el medio independiente dentro de la isla.
Un remake de una vieja película
Una denuncia similar expuesta en la prensa provincial de Ciego de Ávila en el año 2020 causó tremendo revuelo en el territorio avileño, cuando un artículo publicado en el diario Invasor investigó la relación entre cultura y turismo en la región de cayería norte de Ciego de Ávila, específicamente en el Hotel Meliá Cayo Coco.
El texto exponía cómo, en el año 2019, se produjeron controversias en esta área debido al cierre de contratos de 48 unidades artísticas pertenecientes a la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos (Musicávila) en cinco hoteles del grupo Gaviota. Estas unidades artísticas se quedaron sin presupuesto en plena temporada alta. O sea, que los artistas no pudieron cobrar o trabajar, y devengar un salario oneroso.
Las quejas de los artistas revelaron que esta situación solo afectaba a los hoteles del grupo Gaviota, mientras que las demás cadenas hoteleras no presentaban problemas similares. A pesar de que la delegada del Ministerio de Turismo (MINTUR) en Ciego de Ávila accedía a entrevistas y abría las puertas de sus hoteles para apreciar espectáculos, el grupo Gaviota informó que aún no había recibido autorizaciones desde La Habana.
A partir de estas controversias, se generó un debate sobre la comercialización del arte y la imagen que se proyecta de Cuba. Surgieron interrogantes sobre quiénes son contratados, a qué precios y qué imagen de Cuba se está mostrando a los turistas. Estas interrogantes pusieron en evidencia la falta de claridad en la política cultural y la jerarquización del gusto de los responsables de la animación en los hoteles.
El artículo también resalta la presencia de artistas de alta convocatoria, como el cantante El Chacal, en los espectáculos de los hoteles de la región. Se revela que la contratación de estos artistas llegó a costar entre 8,000.00 y 10,000.00 CUC. Esto planteó la pregunta de si es necesario priorizar a estos artistas en lugar de promover los productos más autóctonos y tradicionales de la identidad cubana.
El debate sobre la relación entre cultura y turismo se ha presentado en el Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde se ha enfatizado la importancia de que los visitantes se inserten en la vida cultural del país y se promuevan los valores culturales de la nación.
Si bien el artículo destacaba la necesidad de evaluar y mejorar la calidad de los espectáculos que se presentan en los hoteles, así como la inclusión de expresiones culturales auténticas en el catálogo de Musicávila, también revelaba la importancia de que el turismo se integre a la vida cultural del territorio y que se promueva una programación cultural más diversa y representativa de la identidad cubana.
Sin embargo, el escándalo de los altos precios pagados a artistas «no autóctonos» en detrimento del pago demorado a otros, escandalizó a muchos, y en las redes sociales se vieron denuncias de este tipo. No pagos, y demora de pagos a unos, mientras que otros cobraban enormes sumas de dinero.
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